Por Edgardo Cabrera
El senador morenista Joel Molina fue tajante, “nadie puede prometer candidaturas… eso es engañarle a la militancia”, así lo sentenció el miércoles en una amplia entrevista en el programa Mesa de Redacción, donde además dejó en claro que no son los momentos para candidatearse.
Y si bien evitó poner nombres y apellidos de aquellos, o aquellas que andan engañando con el “petate del muerto”, admitió que una cosa es “desear” y la otra es auto promoverse como virtual candidato a un cargo y hasta erigirse “dueños” del partido repartiendo, desde ahora, posiciones para los comicios del 2021.
Fue precisamente en este sentido donde el suplente de José Antonio Álvarez Lima respondió que, en su caso, sería mentir no admitir que desea competir por la gubernatura y poner en marcha en Tlaxcala la política de gobierno del presidente López Obrador.
Sin embargo, cuidadoso de los tiempos y las normas, dejó en claro que una cosa es desear y la otra levantar la mano o que el partido de luz verde en sus pretensiones.
Agregó que, de aquí al año electoral, en la toma de decisiones influirán múltiples factores, desde el establecimiento de género, hasta los resultados que hayan dado en sus respectivos encargos.
Y es ahí donde las cosas se les podían complicar a todos, de entrada porque el CEN podría determinar que a Tlaxcala le corresponde hombre como candidato al gobierno, considerando que en el pasado proceso electoral fue mujer la abanderada.
También aclaró que los lineamientos de Morena establecen que quien contienda en el 2021 por la primera magistratura deberá ser un militante, más no un personaje externo, algo que le pega a varios que aún no están en el padrón de dicho partido pese a ser funcionarios o representantes populares de la 4T.
El legislador federal, quien les movió el tapete a los que se creían cuasi candidatos, evidentemente sabe el terreno que pisa y lo cuidadoso que debe ser, es claro que los suyos son tiros de precisión.
SUELTOS Y DESBOCADOS
Por cierto, aunque no les gusten los regaños a los diputados morenistas locales, el senador Molina les volvió a recordar que llegaron al Congreso de Tlaxcala gracias al presidente Andrés Manuel López Obrador, de ahí que deban acatar los lineamientos establecidos por la Cuarta Transformación.
El asunto es que desde que asumieron el cargo parecen cabras sueltas y desbocadas, han ignorado cada una de las líneas torales en el discurso presidencial, de entrada el de la austeridad.
Recordemos que en el caso local los legisladores no sólo NO se redujeron sus percepciones económicas, sino que se las incrementaron.
Cucharearon el presupuesto estatal sólo para crear dos fondos de los cuales hay fuertes sospechas del manejo discrecional de esos recursos, amén de utilizar el Congreso como un cofre del tesoro para repartirse desde posiciones políticas, hasta puestos administrativos, mientras sus agendas legislativas fueron de pena ajena al no agotarla y, lo peor, con un récord histórico de iniciativas vetadas por malhechas.
De ahí que adelantó que antes de que arranque el primer periodo ordinario de sesiones de su segundo año legislativo sostendrá una reunión con la bancada de Morena, en su calidad de dirigente partidista, para exponerles la urgencia de que incluyan y desahoguen en su agenda legislativa una serie de temas que ya fueron aprobados en el Congreso de la Unión y que requieren su armonización con el marco jurídico estatal, entre ellos de las Leyes de Austeridad, Anticorrupción, Fiscalización, Guardia Nacional, Fiscalía General, Reforma Educativa, Extinción de Dominio, Reforma Laboral, Equidad de Género, entre otras.
Ya veremos si ahora sí hacen caso o actúan como hasta la fecha, priorizando ocurrencias y en el peor de los casos sus intereses personales.