VUELA, VUELA
1 De Agosto - 2022
Por Edgardo Cabrera
La hipocresía morenista quedó manifiesta una vez más, resulta que la que prometió una nueva historia, efectivamente, insiste en hacerla tan triste, como el despilfarro del recurso público para viajar en primera clase al extranjero.
Son dos asuntos: por un lado, el desprecio por la austeridad pregonada por Andrés Manuel López Obrador y su “Cuarta Transformación” y, por el otro, el contrasentido de abrir con recursos públicos una oficina y destinar más dinero público en un viaje para que vaya la gobernadora a hacer, lo que se supone tiene que realizar la funcionaria comisionada permanentemente allá.
Los comunicados oficiales no dan cuenta de nada relevante en esa travesía de la semana pasada. La mandataria se reunió con directivos de segundo pelo de una universidad, por ello no hubo NADA, solamente la promesa de “valorar” un intercambio de estudiantes.
Luego “estableció vínculos” con el consulado de México con Nueva York, algo que no es una graciosa concesión ni voluntarismo, es una de obligaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores con sus representaciones en el extranjero y las entidades; y finalmente “presenció” la “reunificación” de tlaxcaltecas con migrantes residentes en aquella ciudad, pues no se supone que eso es lo que tiene que hacer la oficina abierta allá, para que viajó y despilfarró recursos.
Para rematar, la duda, o las mentiras. En esos mismos comunicados se destaca que la gobernadora dijo que la Casa Tlaxcala en Nueva York “ha atendido a miles de personas que han podido hacer sus trámites”. ¿Miles?, ¿en serio?, ¿Cuántos son miles?, ¿Qué tipo de trámites?, ¿es oficina de atención, consulado o embajada?, es solamente la posverdad que quiere instaurar este gobierno, es una volada para justificar un viaje de shopping, de placer o para los negocios personales. Al tiempo.
DESPILFARRO
La ausencia de beneficios de ese viaje para los tlaxcaltecas, es aún más condenable después de evidenciar que no solo la gobernadora Cuéllar voló en primera clase y pago boletos que superan los 35 mil pesos, sino también la “generosidad” del pueblo fue para sus acompañantes, entre ellos, su pareja sentimental quien no tiene mayor función en la administración pública.
Sus corifeos y plumas pagadas, así como aquellos que les gusta agitar los pompones, trataron de salir al paso de los excesos al señalar burradas como aquellas de “ni modo que viajará por coche”, ¡NO!, el asunto es que bien pudo gastar en una tarifa económica de 11 mil pesos, como lo marcan los principios austeros de la cuarta transformación, pero no solo eso, para que cargar con su parentela, ¿es viaje de placer o de trabajo?
Y la lista sigue, ese mismo viaje pone en evidencia la inviabilidad de una oficina en Nueva York, donde, por cierto, nunca quedó claro porqué se colocó en ese lugar y en una zona donde las rentas son de las más altas de todo el país. Cuál fue la justificación, por qué no en California o en Chicago, organizaciones como la Internacional Apoyando el Desarrollo Humano de los Migrantes, estima en 100 mil los tlaxcaltecas que residen en Estados Unidos, pero dónde está el estudio y análisis del gobierno estatal en materia de migración, nadie lo conoce.
Ahora, si ya destinan recursos públicos la mentada oficina, para qué viaja la gobernadora Cuéllar para un acto de pose (como ese de la reunión de las familias), para “valorar” un posible intercambio estudiantil y un “vínculo” que ya existe de forma institucional, todo fue una pérdida de tiempo y recursos, eso mismo lo pudo atender con una sesión en zoom y con la presencia física de la representante a la que se le paga por estar allá, así de simple.