Sin Censura
A rascarse con sus uñas
Pese a los buenos deseos, la mega coalición Unidos por Tlaxcala parece que se quedará chata, cortita y todo, por los intereses particulares de algunos de los líderes.
Los buenos deseos y augurios parece que no lograron cuajar, de ahí que los partidos PRI, PAN, PRD, PS y PAC tendrían que rascarse con sus propias uñas en los comicios por las diputaciones locales, por los 60 ayuntamientos y por las 299 presidencias de Comunidad.
Es más, a seis días de que venza el plazo que tienen los partidos políticos para registrar sus coaliciones o alianzas para la gubernatura ante el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, todavía hay dudas sobre la viabilidad de la unión de esfuerzos.
En los hechos, no hay certeza de que en verdad vayan juntos los cinco partidos que hace unos días anunciaron su coalición. La dirigencia del PAN no termina por aceptar los alcances y condiciones de la misma.
Es más, anoche, a la reunión de las dirigencias, no llegó el representante del albiazul. Dejó plantados a los integrantes de la mesa política de la coalición.
Por ello, las dirigencias y los órganos partidistas del PRI, PAN, PRD y PAC no solo ya avalaron dicha alianza, sino ya hasta estamparon la firma en el acuerdo, solo falta la rúbrica panista.
La definición, método y acciones, para resolver la candidatura, así como algunos “detalles” de la misma, son los argumentos dados por el albiazul para aplazar la concreción del acuerdo.
Con estos antecedentes y dadas las posturas mostradas hasta ahora por los partidos, es casi un hecho que cada fuerza política irá por su lado en la búsqueda de los 25 escaños del Poder Legislativo.
Los partidos estatales, Alianza Ciudadana y Socialista no ven viable ir en alianza en los 15 distritos electorales, porque consideran que en esta elección se juegan la posibilidad de perder su registro como fuerza política. El temor es fundado porque en los comicios de 2018, estas fuerzas políticas, por ir aliados, no lograron la votación mínima para alcanzar una representación en el Poder Legislativo local.
Al PRI le pasó algo similar. Por ceder votación a sus aliados, en aquella ocasión Panal y PVEM, principalmente, por poco se queda sin tener representante en la LXIII legislatura local. Recordar que la diputada priista Zonia Montiel tuvo que litigar, hasta el último momento, su inclusión en el Poder Legislativo local.
Por eso el tricolor le da vueltas y vueltas a la posibilidad de ir juntos en alianza a las diputaciones.
Y el PRD anda en las mismas. Sus números no son tan halagüeños. Por eso quiere irse a jugar la supervivencia y buscar los votos en los distritos electorales. En los pasados comicios lograron un triunfo y una diputación plurinominal.
Con esta realidad, lo que era una gran alianza, puede quedarse en una coalición chata; cortita.
Y si los intereses no se logran conjugar en pos de las diputaciones, mucho menos en las alcaldías.
Los cinco partidos dicen ser fuertes en casi todos los municipios. La posibilidad de llegar a un acuerdo en la contienda por los ayuntamientos es más que lejana; así que PRI, PRD, PAN, PAC y PS tendrán que rascarse con sus propias uñas en las Comunas
Pero en los hechos, sus líderes siguen pensando en sus intereses personales o de grupo, e incluso, dan la impresión, que hay entre ellos, quien le apuesta a dinamitar esta unión y llevar al fracaso a la coalición Unidos por Tlaxcala.
Al margen
Si no hay cambios de último momento, Juan Carlos Sánchez García podría cumplir su palabra y aparecer en la boleta de la elección de gobernador de Tlaxcala. El viernes, a más tardar, podría confirmarse su postulación.
Aunque estaba a nada, si me permite la expresión, de quedarse como el perro de las dos tortas, porque dudó en abanderar a Movimiento Ciudadano y en cambio, apostó su capital por el PAN, instituto que le negó la postulación, el constructor podría convertirse en el candidato al gobierno del estado por el Partido Redes Sociales Progresistas.
De logarlo, dejaría “chiflando y chillando en la loma” al edil de El Carmen Tequexquitla, Óscar Vélez Sánchez, quien ya daba por hecho que sería el abanderado de ese instituto político de nueva creación.