Por Edgardo Cabrera
El informe legislativo de Minerva Hernández fue un abierto espaldarazo del dirigente nacional, Marko Cortés a las aspiraciones gubernamentales de la senadora por Tlaxcala.
Cuestionado por los representantes de los medios de comunicación, el panista admitió que en la legisladora oriunda de Texoloc ve una carta fuerte, aunque aseguró que no es la única y que existen otros perfiles capaces de hacer un buen papel en el 2021, amén de que planteó una alianza con otros partidos.
El apapacho público incomodó a uno de los suspirantes que se hizo el aparecido pero que no fue tomado en importancia por Marko Cortés, y es que ahora sí está en su “radar”, pero en la zona de peligro ante los antecedentes de “don Zaga”, quien anda de boquiflojo engañando con el petate del muerto a quien se deje.
En contraste, y al igual que con Minerva, el alcalde de Apizaco, Julio Hernández, también fue apapachado por el dirigente nacional y se mantuvo cerca durante su estancia en Tlaxcala.
Y si bien el informe dejó mucho que desear en cuanto a contenido y mensajes políticos, en los hechos se trató más bien de un escaparate en busca de reflectores.
DESINFLADA
Quedó claro que la senadora panista Minerva Hernández está muy cerca de las cúpulas de su partido, sin embargo, se muestra alejada de la realidad local, de la población que representa, y de los partidos que en su momento fueron sus aliados.
Lo anterior viene a colación porque al Teatro Xicoténcatl llegaron los dirigentes del PAN, nacional y local, Marko Cortés y José Gilberto Temoltzin, respectivamente, también estuvieron algunos de sus colegas legisladores federales.
En contraparte, nadie del PRD estuvo pese a que con estas siglas compitió en la elección del año pasado. Se sabe que la senadora habría desdeñado al líder nacional, Ángel Ávila, y no fue invitado, lo mismo que al Chucho mayor, a pesar de que fueron quienes cabildearon su candidatura por el Sol Azteca.
En solidaridad, nos dicen, el acuerdo fue que nadie de la dirigencia estatal acudiría al llamado. De igual forma llamó la atención que no arribaran los del PAC y Movimiento Ciudadano, sus socios y aliados en las elecciones del 2018.
Y si bien llegaron representantes del gobierno estatal, encabezados por el secretario de gobierno, Aarón Pérez, así como algunos legisladores locales como el panista Omar Milton, o la presidenta de la JCCP, la petista Irma Garay, fue evidente que a un año de su triunfo en lugar de sumar aliados ha venido restando.
Si aspira a competir en las elecciones del 2021, es momento de que Minerva Hernández deje de lado a aquellos que gustan de endulzarle el oído, y que haga más política en el estado retomando un liderazgo que, hasta el día de hoy, está acéfalo ante la actitud timorata de su dirigencia estatal.
DELEGACIÓN
Tras la visita del líder nacional, Marko Cortés, surgieron voces al interior de la militancia que exigieron revisar con lupa el comportamiento de la dirigencia estatal, la cual ya es conocida como: la presidencia de los mudos.
A panistas de cepa les preocupa el silencio cómplice que ha mantenido frente a los gobiernos y legislaturas estatal y federal, tanto el presidente como su equipo de trabajo, así como el revanchismo en contra de todos los grupos antagónicos.
En este sentido, el CEN se mostró preocupado por el cochinero en la renovación del Consejo estatal y de la elección de los cuatro consejeros nacionales, proceso que fue impugnado y que es investigado precisamente por la cúpula nacional y que en esta semana podría resolverse su anulación.
Ya plantean, nos cuentan, la posibilidad de desaparecer el Comité estatal y en su lugar nombrar a un delegado del CEN, de lo contrario ven grandes posibilidades de que en el 2021 la participación del PAN en la disputa por la gubernatura sea meramente ornamental.