MIOPES
10 De Noviembre - 2021
Por Edgardo Cabrera
La seguridad en Tlaxcala pasó a segundo plano en el interés del titular de la corporación estatal, pareciera que está más ocupado en defenderse del proceso legal que enfrenta por hostigamiento sexual, que en salvaguardar a los ciudadanos que es para lo que se le paga.
Para muestra un municipio, la capital, donde la policía tiene injerencia, siempre ha sido así, ahí están los feroces elementos de tránsito de la Juárez, pero no solo se trata de sangrar a los automovilistas, también tienen obligaciones en materia preventiva y para ello se dividieron la zona en cuatro cuadrantes para combatir a la delincuencia, algo que parece ignorar don Álvarez Valenzuela.
Resulta que “no hay” gasolina, bueno, es el pretexto para no mover las relucientes unidades nuevas de millón de pesos y a los elementos que portan los uniformes “Armanis” -considerando el sobreprecio con el que también fueron adquiridos por el gobierno-.
Paradójicamente, para lo que sí hay recursos, es para que el funcionario acuda a los eventos sociales, como las corridas de toros. En esa del 2 de noviembre estuvo puntual y escoltado por la funcionaria vecina a la plaza Jorge “El Ranchero” Aguilar, quien, cual edecán, lo llevó al asiento.
¿PROTOCOLO?
El prestigio profesional de Rigoberto Zamudio no está en tela de juicio, el cardiólogo infantil es reconocido en Puebla donde tienen grandes hospitales privados y hay quienes puedan pagar una consulta de alta especialidad, sin embargo, en el terreno de lo laboral el médico funcionario está perdido.
Tras el borregazo de que ya lo habían despedido, este martes aclaró que sí firmó, pero que no lo corrieron, que todo se trató de un tema de protocolo, ya que al ser empleado de confianza no tiene derechos laborales, al menos eso dio a entender al expresar que “al no ser un empleado basificado, no existe ninguna trasgresión a la ley”, y que vale más un acuerdo por escrito que la simple palabra.
El asunto es que a todo el personal de confianza les aplicaron el mismo “protocolo”, la forzosa firma de la renuncia por anticipado para poder seguir trabajando, eso legalmente es una violación a los derechos laborales un acto de intimidación y chantaje, sino que le pregunten a cualquier abogado especialista.
CAUSA PERDIDA
En el gobierno de izquierda que inició con el pie derecho del negocio, no solo los y las “muchachonas” aprovechan su posición para recuperar y recapitalizarse por la millonaria campaña, los de “abajo” andan en las mismas.
Es el caso de un certamen de belleza enfocado a niñas “Teen” que pasó de convertirse en un evento con causa, a uno donde lucran con las menores para llenar los bolsillos de los organizadores, por cierto, muy cercanos a la restaurantera secretaria.
Los angelitos pasaron de pedir 1 kilo de ayuda como cover, a 150 pesos para su “gala final” del 19 de noviembre en Apizaco; de las causas como recaudar fondo para los niños enfermos con cáncer, ni hablar, ahora recaban dinero para su causa personal.
La trata tiene muchas aristas y no solo es un asunto sexual, también hay explotación de las personas para obtener un beneficio propio, algo que se supone atacaría el gobierno comandado por una mujer. Lo dicho, palabras suenan, acciones resuenan.