Sin Censura
Crisis sanitaria
Por Juan Luis Cruz Pérez -septiembre 9, 2021
Tlaxcala vive una condición crítica en materia sanitaria derivado de la pandemia por Covid-19, pero muy en especial, por lo que se dejó de hacer en los dos últimos meses, esos que coinciden con el proceso poselectoral. Desde entonces, la entidad se ha situado en el primer lugar nacional con enfermos críticos –intubados- y en donde los pacientes de la pandemia están muriendo más jóvenes.
El aumento en el número de pacientes positivos es una realidad y cada día son más las personas menores de 30 años que resultan contagiados, por lo que fue urgente que la nueva administración estatal asumiera acciones y medidas para tratar de contrarrestar esta realidad.
Está claro que, en materia sanitaria, algo se dejó de hacer.
La coordinadora de la bancada del PRI y secretaria general de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa), Blanca Águila Lima denunció, que, desde el ocaso de la pasada administración estatal priista, se cancelaron diversas estrategias gubernamentales anti Covid-19, por lo cual, la población ya está pagando las consecuencias.
Muestra de ello, dijo, sin presentar la fuente de información, que Tlaxcala ocupa el primer lugar nacional por pacientes graves de Covid-19, es decir, de aquellos que se encuentran intubados, pues el gobierno que salió y el entrante, no ha establecido acciones de prevención y rompimiento de cadenas de contagio.
La aseveración es grave.
Y lo es más porque de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud federal, durante los pasados meses de junio y julio, el promedio de edad en el que los pacientes de Covid-19 murieron en Tlaxcala fue de apenas 43 años.
Dicha edad ubicó a la entidad como aquella donde los pacientes por Sars CoV-2 están muriendo más jóvenes.
La edad promedio de muertes, en los primeros dos meses de este año, por esta misma causa, en esta entidad, era de 63 años. Algo pasó.
El número de menores que han resultado positivos al coronavirus se ha incrementado sustancialmente.
Mientras en el año 2020 solo tenían registrados 389 casos, en lo que va del presente ejercicio ya suman 871 menores con este padecimiento.
El mayor rango de edad que ha resultado positivo de enero a lo que llevamos de septiembre es el de 15 a 19 años, con 427 pacientes; seguido del de 10 a 14 años con 229 casos; de 5 a 9 años con 137, mientras que de 1 a 4 años registran 65 y de recién nacidos a menos de 11 meses, 13 enfermos.
Las cifras no mienten; no engañan, por más discursos optimistas que haya o se nos quieran endilgar.
Tanto solo la Secretaría de Salud reportó que el pasado 7 de septiembre hubo 160 nuevos casos positivos, acumulando ya un total de 23 mil 533 contagiados durante la pandemia y 2 mil 633 defunciones.
Por eso, son y deben ser bienvenidas las 23 nuevas medidas adoptadas por el gobierno del estado para tratar de frenar estos contagios, como es el cierre de centros nocturnos, bares, antros, karaokes, y salones de fiestas
Un acierto la cancelación de ferias, bailes, y verbenas populares, así como todos aquellos eventos masivos, fiestas patrias y fiestas conmemorativas.
Quizá muchos, como yo, esperábamos también la suspensión de clases presenciales.
En cambio, el Consejo Estatal de Salud decidió acatar la línea dictada desde la Federación y mantener éstas.
“La justificación para este regreso a clases se entiende en elementos difundidos por organismos internacionales como la Unicef, Unesco, el Banco de Desarrollo Mundial, en el cual se establece la necesidad no solo de atender la salud física de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, sino también la situación socio-emocional”, defendió la decisión el secretario de Educación, Homero Meneses.
Tlaxcala está en una condición crítica en materia sanitaria. Es deber de todos coadyuvar con acciones para bajar esta incidencia. Ningún gobierno, por sí solo, podrá con esta crisis sanitaria.