BRUTALIDAD
29 De Abril - 2022
Por Edgardo Cabrera
Cuando no lo hacen mal, lo elaboran peor. Apenas daba cuenta de la mediocridad del gabinete de Lorena Cuéllar, incluso se ofendieron algunos de la granja de lorebots, pero de nueva cuenta los hechos nos dan la razón.
Resulta que ante la falta de resultados en las investigaciones para dar con el paradero de la joven huamantleca Ana Laura N., la Procuraduría General de Justicia del Estado terminó sumergida en el estiércol de la brutalidad policíaca y que uno de los implicados por la dependencia estatal terminara, con muerte cerebral, ante la brutal golpiza que recibió de los elementos que lo detuvieron.
Es la técnica cavernícola, la de los tehuacanazos, las patadas, los toques eléctricos y otras tantas salvajadas más con las que los detenidos, sean culpables o no, confiesan, algo que juraron que ya no pasaría en la Nueva Historia que, cada día es más triste.
El caso llegó ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos donde el padre del detenido denunció no solamente el abuso policíaco, sino que además reveló que la familia ha sido víctima de intimidación e incluso amenazas por parte de los elementos que conforman la dependencia estatal.
Como ocurre en estos casos, las teorías y las hipótesis son múltiples, algunas fundadas, otras, producto de la imaginación, la realidad es que quienes están a cargo de procurar justicia tendrían que realizar un procedimiento exhaustivo para descartar o reforzar las líneas de investigación, no obtener confesiones a punta de golpes.
El hecho es que un presunto implicado en el caso de Ana Laura ya no podrá hablar, por tanto, nunca se sabrá si su declaración pudo servir para localizar a la joven, hoy la triste realidad es que hay un muerto y la huamantleca sigue sin ser localizada.
La procuradora Ernestina Carro, quien mediante un comunicado de prensa confirmó la golpiza al detenido y que por este hecho ya son indagados los elementos que cumplimentaron la orden de aprehensión, tendría que estar presentando su renuncia, ella, como cabeza, es la responsable de su personal, o acaso no fue ella quien presumió la limpia de la corporación y la contratación de nuevo personal, desde directivos, hasta policías.
Por menos, en otros países, procuradores o fiscales dejan el cargo y se someten a investigación, aquí no hay vergüenza, ni moral.
HABLANDO DE…
Aunque para muchos ya no es noticia y, por el contrario, es un caso resuelto, la realidad es que del homicidio del ex diputado Omar Milton aún no hay sentencia, se presentó a un presunto responsable del que nunca se dieron detalles de su implicación en el homicidio, la propia procuradora especuló en aquella conferencia de prensa donde presumió con bombo y platillos el resultado.
Lo anterior viene a cuento porque la próxima semana se realizará una audiencia mediante la cual finalmente se fijará el rumbo de la investigación y el destino del señalado.
El asunto es que, a escasos días del procedimiento, el implicado fue hospitalizado de emergencia, el martes por la madrugada ingresó con un severo malestar estomacal y fue dado de alta el miércoles al mediodía, los allegados al detenido sostienen que no fue casual el hecho y que no es la primera vez que ocurren cosas así en su contra.
Y luego de ver lo que pasó con el detenido por el caso de Ana Laura, está en duda cómo obtiene la PGJE las confesiones para “resolver” los casos que parecen sostenerse con alfileres y que tarde que temprano podrían ser desestimados por asuntos como la tortura o falta de pruebas.