Por Mauricio Hernández Olaiz
Uno de los argumentos utilizados por las autoridades de salud del gobierno de México, para no seguir apoyando financieramente al FUCAM, puede sonar válido para aquellos que, gracias a dios, no tienen a un familiar cercano con cáncer de mama.
Durante la mañanera del martes 25 de febrero y con más de un centenar de mujeres pacientes de FUCAM a las afueras de palacio, Hugo López Gatelli subsecretario de prevención y promoción de la salud, hizo especial hincapié, como lo han venido haciendo el presidente López, su vocero y el titular del INSABI, que FUCAM atiende gracias a los recursos públicos, al dinero de todo el pueblo, en un afán absurdo de querer evidenciar que no es gracias a FUCAM si no al estado la atención y la gratuidad a las pacientes.
“No es caridad, no es generosidad, no es una entidad privada la que regala los servicios, somos todas y todos los que pagamos esos servicios”. López Gatelli. Eso ya lo sabíamos, pero en cierta medida lograron su objetivo, pues muchos mordieron el anzuelo y felicitaron al presidente por quitarle a las abusivas enfermas el apoyo. Así lo entendieron muchos, eso pretendían otros.
Yo no creo que ningún mexicano de buena fe, con dos dedos de frente de inteligencia cuestione que los recursos públicos sean utilizados para que expertos en la materia salven vidas de mujeres con este mal todos los días, sobre todo cuando esos mismos recursos, dinero de todo el pueblo, les paga sus salarios también a los funcionarios de la 4T. Dirán que con su trabajo justifican que los mexicanos les entreguemos cerca de 100 mil pesos mensuales, pero entonces en el FUCAM..¿se gastan el dinero en pachangas?.
Esa doble moral tan característica del presidente y su 4T también se ve reflejada en otro falaz argumento para que en el futuro FUCAM ya no reciba financiamiento gubernamental a través del INSABI. López Obrador afirma que el Neoliberalismo buscaba acabar con el estado privatizando la educación y la salud, “todo por la ambición al cochino dinero”. Suena a genuina preocupación, a libertador. Pero estimado lector, yo le apuesto su salario al señor presidente a que si vamos a FUCAM, 9 de cada 10 mujeres preferirían todos los días, hasta los de guardar, atenderse en la fundación antes de asistir a uno de los espacios que dicen las autoridades garantizará su tratamientos.
9 de cada 10 mujeres de bajo recursos que también, le apuesto señor “presidente,” votaron por usted…
Y es que al que no ha asistido a Cancerología, al Benito Juárez o al general, le creerá hoy, y también los domingos al presidente, de que tienen la capacidad de atender y cuidar a todas y cada una de las pacientes con este mal, pero quienes hemos acompañado a un ser amado por el tortuoso camino gubernamental en esos nosocomios padeciendo cáncer, le puedo decir que no se pueden ni comparar. Hasta es un insulto hacerlo.
Efectivamente FUCAM es privado, pero no solo depende de la aportación gubernamental sino también de empresa y donadores que hacen de esta fundación un ejemplo de trabajo, tecnología, eficiencia y cordialidad. Insisto, no se compara en atención a aquellos que pregona el titular del ejecutivo.
López no quiere subrogación. “Vamos a terminar con los abusos que se cometían en la famosa prestación de servicios, la subrogación, subrogaban hasta las guarderías y entregaban contratos a los particulares para manejar la salud”. Cierto, no miente el presidente, mucha corrupción, pero como él también dice. No todos son iguales. Es profundamente injusta su política de que paguen los justos por los pecadores. Sin evaluación, revisión, auditoría, simplemente “Ya se acabó”. Las guarderías en su mayoría eran un cochinero, pero también había muchas honestas, responsables, comprometidas…Nada..a la chingada, todas parejo…”Me canso Ganso”.
Ante la pereza de hacer una revisión exhaustiva y profesional de cuáles si funcionaban, tenían resultados y apoyaban a la sociedad, es más fácil dar carpetazo y esa lana al asistencialismo, que luego de un año también ha demostrado su propio oscurantismo, sus canales de corrupción y sus pocos resultados. Pero de eso…no habla…no opina el presidente salvo, en el mejor de los casos,…”Lo vamos a revisar”.
Caso similar es el FUCAM, se lleva casi en 10 a 1 a cualquier espacio de lucha contra el cáncer de mama del gobierno, pero es más fácil cerrar que reconocer. ¿Porque enriquecer a un especialista privado, si podemos darle más becas a Ninis?, esos que hoy ni aprenden, ni los capacitan y casi el60%, según datos de la propia secretaría del Trabajo, no cumplen con los objetivos del programa.
Yo reto a los empresarios que dicen apoyar al presidente, que contraten, con sus propios recursos, a personal que no asiste y que no cumple objetivos a seguirles pagando sin cuestionar…les apuesto, de nueva cuenta, que al tercer mes como mucho, les finiquitan, pero en el caso de los jóvenes construyendo el futuro se sigue pagando sin chistar.
Sería casi tan ridículo como pedirle al presidente que le deposité a cada enferma, para que así ellas decidan con que institución tratarse. Miles de mujeres llegaron a FUCAM con la esperanza de salvar sus vidas. Miles de mujeres votaron por Andrés Manuel porque prometía ser la esperanza de México. Hoy en ambos sentidos esas mujeres ven con desolación y profundo pesar, que en ese afán revanchista y de nulo reconocimiento a lo muy poco bien hecho del pasado se vean truncadas sus posibilidades.
“Con el pueblo todo”….¿Y el pueblo enfermo?—Solo el pasar de la esperanza a la desolación.
¿Y la corrupción en CONADE? ¿Qué pasó? Anita hasta se anda mofando, burlando de su propia función pública. En fin.