ACÉFALA
5 De Abril - 2022
Por Edgardo Cabrera
De los seis meses que suma la Triste Historia, cuatro han transcurrido sin titular de Seguridad Pública Estatal, el secretario Alfredo Valenzuela Álvarez sigue prófugo de la justicia y a la fecha nadie ha sido procesado en Tlaxcala por su complicidad al darle el pitazo y ayudarlo a escapar cuando elementos federales lo iban a detener.
El asunto es que desde esa fecha fue nombrado como encargado de la dependencia Max Hernández, el mismo personaje que fungió como director de la policía capitalina con la priísta Anabell Ávalos, ex funcionario estatal en materia de seguridad con Héctor Ortiz, y ex secretario de la ex diputada federal panista Aurora Aguilar.
Al iniciar el gobierno de Lorena Cuéllar, fue designado por la gobernadora como titular del Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4), y desde noviembre ocupa ambos puestos, como resultado, ya lo vimos, la delincuencia está desatada y en la estadística nacional Tlaxcala presenta un ascenso alarmante en asesinatos y ejecuciones.
Cuéllar ofreció que antes de concluir marzo nombraría al nuevo secretario, está visto, fue otra promesa incumplida. Llama la atención porqué la negativa de darle el nombramiento al ex funcionario de Anabell Ávalos, ¿Qué habrá detrás de ello?
ACERTADO
Mientras de forma unilateral y por decreto el gobierno estatal creó una oficina que carece de legitimidad, el Congreso local se mostró abierto a las opiniones y sugerencias de defensores de derechos humanos y de los periodistas.
Fue la diputada Alejandra Ramírez quien convocó para darles a conocer la iniciativa de la Comisión legislativa de Derechos Humanos en materia de la Ley de Protección a ambos sectores de la población.
En este marco no descartó darle autonomía a la mal lograda Oficina de Protección a Periodistas que opera el gobierno del estado y crear un Consejo Consultivo donde participen tanto comunicadores como activistas, la apertura e inclusión se aplaude, esperemos que no solo sea una simulación.
Recordemos que la oficina creada por Lorena Cuéllar y que está bajo el control de un personaje cerrado al diálogo y la razón, el secretario de Gobierno, Sergio González, el mismo que prefirió la represión que el diálogo con feministas, y el mismo que nunca pudo aclarar quién filtró la información para que se fugara el secretario de Seguridad Ciudadana, el hoy prófugo de la justicia, Alfredo Valenzuela.
La mentada oficina estatal carece de legitimidad y los tropiezos comenzaron desde el día uno, cuando no se nombró en tiempo y se ocultó quién sería el titular; luego se agredió a comunicadores cuando se inauguraron sus instalaciones, ceremonia a la que sólo fueron invitados de “honor” los corifeos de la señora gobernadora.
El respeto al ejercicio de prensa y su defensa solo es de dientes para afuera, en el Congreso ya dieron señales de que quieren hacer diferentes las cosas, esperemos que sí.