PRUEBAS
Por Edgardo Cabrera
Con documentos en mano, de nueva cuenta el secretario de Salud de Tlaxcala es evidenciado. La cancelación de la campaña de vacunación antirrábica fue por la irresponsabilidad del gobierno estatal que no adquirió las vacunas, a pesar de que había lotes en existencia y disponibles.
Resulta que la semana pasada Zamudio justificó que la alta demanda de la vacuna ocasionó que hubiera desabasto en Tlaxcala, pero, además, no tuvo empacho en culpar hasta a la pandemia por Covid-19 del retraso en la producción.
Resulta que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios informó desde el pasado 12 de mayo que existían 4 los lotes con garantía extendida por caducidad y en global se trataban de más de 21 mil dosis, ¿por qué no compró el biológico Tlaxcala?, esa es la gran duda y rondan los fantasmas de la corrupción, la irresponsabilidad y la negligencia.
Pero como en la Triste Historia les encanta solapar a los malos funcionarios, para el caso de la Secretaría de Salud, siguen impunes varios hechos, desde poner en riesgo a la población en general ante un potencial brote de rabia canina y felina, tras 26 años siendo ejemplo nacional en su control, hasta un posible acto de corrupción porque en su momento se reveló la compra de vacunas chafas próximas a caducar y las cuales negó el personal de salud suministrar.
La gobernadora Cuéllar se está tardando en remover a su secretario, no puede ser que se siga solapando el desabasto de insumos, materiales y medicamentos; la protección de contratos leoninos, a pesar de que fue evidenciada la distribución de alimentos podridos; ostentar el primer lugar nacional en muertes maternas; y ahora pasar de ser una entidad ejemplo, a la única que suspendió la campaña de vacunación porque no compraron a tiempo.
Son una pena, pero sobre todo una desgracia y un peligro no solo para la población humana, sino para la fauna doméstica.
BANDAZOS
Aún sin obtener su registro como partido, los de Renovemos Juntos empezaron a chaquetear, el ejemplo lo puso el viernes su líder, Santiago Sesín, principal impulsor de la agrupación política surgida por una escisión con el PRD.
Resulta que el exdiputado acudió a un acto de Movimiento Ciudadano convocado por el priísta Ernesto Ordoñez, ex secretario de gobierno de Mariano González Zarur, y ahora interesado en ser dirigente estatal del partido naranja.
Y no ocupó cualquier lugar en el sillerío montado exprofeso para apantallar a los representantes de la Coordinadora Nacional del MC, Pedro Jiménez León y José Manuel del Río Virgen, sino que lo pusieron en el presídium y además anunciaron una “alianza” con el partido local que aún no es partido, peor aún, poniendo en entredicho el discurso de Dante Delgado contra las alianzas.
Fue, claramente, el colmillo largo y retorcido de los dinos políticos que chamaqueron a los naranjas en busca de hacerse de la dirigencia, de ahí que Ernesto no escatimó en exhibir a Sesín que, de obtener el registro y por ley no podrán hacer alianzas con nadie en su proceso electoral; resucitar a quien fue despreciado como candidato a la gubernatura, Jonatan Breton (el mismo que no movió ni un dedo a favor de MC tras ser bajado de la elección); y acarrear gente que está afiliada tanto al PRI como a Renovemos y con ellos poner en riesgo el registro por utilizar a sus afiliados para presumir adhesiones en otro partido.