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| La protesta comenzó en la banqueta. |
FOTOS Antonieta
El presidente de Apizaco, Tlaxcala, recurrió a empleados, un carro de basura y posiblemente a un conocido grupo de matones de Santa Úrsula Zimantepec, “Los Gavilanes”, al fin de “reventar” una protesta de periodistas por diversas agresiones de la policía municipal contra sus colegas.
La protesta pacífica, iniciada en la banqueta, se trasladó al vestíbulo tras que un carro de basura del ayuntamiento se estacionó a escasos metros de los manifestantes con la música a todo volumen, haciendo imposible escuchar a los oradores. Rodeado de agentes armados, el chofer se negó tajante a disminuir el sonido.
La nota del día la dio el propio edil Julio César Hernández Mejía, del PAN, al presentarse intempestivamente en el evento con el obvio propósito de contrarrestar las quejas de los informadores. Significativamente el coche de la basura desapareció mientras él daba su mensaje, para reaparecer de nuevo con el volumen a tope una vez que los periodistas recomenzaron su mitin.
Un numeroso grupo de empleados del ayuntamiento se confundió entre el público que asiste a las audiencias de los martes, e intentó completar la labor del carro de la basura acallando a los oradores con aplausos para el edil. Allí estuvieron además presuntos miembros de “Los Gavilanes”, encabezados por el jefe según un reportero apizaquense.
Los empleados de Hernández grabaron y fotografiaron con celulares a los manifestantes. Como remate, extendieron tras el mensaje del edil una manta con capturas de pantalla de noticias de abusos policiales en Apizaco, a las que se sobrepuso la palabra “Falso”.
Así, en vez de abrir una vía de diálogo u ofrecer un compromiso verbal de investigar los abusos de poder en su gobierno, Hernández Mejía parece haber optado por una intentona de emboscada institucional contra los manifestantes.
Advertido con anticipación, en efecto su equipo se dio tiempo para preparar la manta mencionada, idear un uso innovador al carro de la basura, movilizar a los empleados e improvisarlos como reporteros al revés, y por último colocar a gente de seguridad armada con toletes junto a los manifestantes con claro propósito intimidatorio.
Al cabo del evento, un experiodista que cobra como suplente de Hernández Mejía, Pablo Morales, fue rechazado por los manifestantes cuando al pretender regañar a sus excolegas no atinó a precisar si hablaría en calidad de periodista o de funcionario.
-Como ciudadano –evadió.
Uso innovador al carro de la basura.
RAZONES DE PROTESTAR
La protesta organizada este martes por la Confederación de Periodistas de Tlaxcala buscó proteger al joven abogado y periodista Alberto Amaro, quien este año ha sido objeto de disparos contra su hogar, macanazos por la espalda durante un desalojo de comerciantes ambulantes a principios de mes, y de varias amenazas indirectas y directas, la última ayer lunes.
“Tengo miedo, sobre todo por mi familia. Ayer un tipo grandote me abordó en la calle, me advirtió que o le bajaba o me iba a llevar la chingada. Me metí a una tienda y él se fue”, confirmó este martes.
De hecho, el periodista se halla tramitando un cambio de escuela para su pequeño hijo, por razones de seguridad.
El caso fue retomado ya por Artículo 19, una ong británica enfocada en la denuncia de los abusos criminales de gobernantes contra periodistas en todo el mundo. El propio Amaro confirmó hoy que la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión (FEADLE) está por activar en favor suyo el mecanismo federal de protección a periodistas.
Como se informó en su momento, las agresiones contra Alberto Amaro comenzaron justo cuando investigaba un caso de huachicoleo o robo de combustible a los ductos de Pemex que atraviesan la región de Apizaco, atribuido al crimen organizado.
CASO MEJORADA
Asimismo, los manifestantes protestaron por la detención de un colaborador de la cronista de Tlaxco y periodista Ilushka Mejorada mientras –dos semanas antes del desalojo de ambulantes- filmaban un enésimo abuso de policías de Apizaco contra un chofer inerme al que golpearon en bola mientras lo mantenían sometido en el suelo.
En el video se puede observar a 7 u 8 policías encaramados sobre el chofer de casi 50 años de edad. Tal abuso fue justificado por el comandante Villarreal con el argumento de que el transportista de muebles de sala habría desobedecido una orden de detener el vehículo que conducía.
Sin embargo, los agentes se tomaron la molestia de borrar el testimonio antes de devolver el teléfono y liberar al colaborador de la señora Mejorada. Según el presidente confederado Virgilio Osorio, personal de la FEADLE logró recuperar la grabación del disco duro, misma que ayer llegó a las redes sociales. Hernández Mejía ya conocía el video, sin embargo nada dijo hoy de tan evidente abuso contra un ciudadano apizaquense.
POSTURA DEL PAN
Entrevistado al respecto, Miguel Ángel Polvo Rea, secretario estatal del PAN, ratificó ayer que su partido respeta el oficio periodístico. Dijo confiar en el “gran esfuerzo” de Hernández Mejía al frente de la alcaldía rielera; pero le recomendó revisar a mitad de mandato el desempeño de sus funcionarios, lo mismo que al edil correligionario de Zitlatépec.
“Están a tiempo”, sugirió al canal El Mundo de Tlaxcala. “Lo que sí no vamos a permitir” –se comprometió-, “es que haya agresiones contra periodistas o ciudadanos, eso sí vamos a estarlo señalando, particularmente este caso vamos a investigarlo.”
MENSAJE DEL EDIL
Durante su breve alocución de hoy ante los periodistas inconformes, Hernández Mejía aseguró que “a diferencia de otros munícipes yo sí atiendo mi presidencia”; afirmó que el Cabildo le autorizó llevar a cabo las agresiones grabadas, e hizo un elogio de sus policías.
“A esos que descalifican, el día de ayer detuvieron una banda que había secuestrado a una persona”, presumió como si cumplir el deber justificara los abusos.
En efecto, el edil eludió referirse a los motivos específicos de la protesta, al enunciar retóricamente que respeta la libertad de expresión. Exhortó a los presentes en el vestíbulo de la presidencia, principalmente empleados suyos, a “conocer todas las versiones”, no sin antes afirmar con abierto desdén que “se puede corroborar la información”.
Al respecto, Hernández Mejía mintió flagrantemente al decir que los toletazos por la espalda contra el periodista Amaro “no interrumpió la transmisión que estaba haciendo”. Tampoco dijo nada de la grabación confiscada al colaborador de la señora Mejorada que los policías de Apizaco borraron del celular.
Hoy, varios portales locales enchufados a la nómina del ayuntamiento de Apizaco, publicaron una especie de comunicado oficial prácticamente igual, que condena la protesta y la describe como un escándalo que supuestamente afectaría la estabilidad del ayuntamiento rielero.
TESORERO EN CORRILLOS
En corrillos, los reporteros presentes recordaron hoy que el edil Hernández mantiene en el cargo de Tesorero a Iván Cuapantécatl Trujillo, pese a que el funcionario fue detenido por portar sin licencia dos armas de fuego, un revólver calibre .38 y una escuadra .22.
Extraoficialmente, fuentes del propio ayuntamiento rielero dijeron a Código Tlaxcala que si bien el presunto dato no consta en el expediente oficial, se habrían encontrado narcóticos en la camioneta del tesorero cuando las autoridades federales lo aprehendieron el sábado 20 de julio sobre la carretera Apizaco-Huamantla. Fue liberado hasta el día siguiente, el domingo 21, sin cargos.
CONTEXTOS
+La persecución a periodistas se agudizó en el sexenio del expresidente de México Felipe Calderón, emanado del PAN. A partir de entonces, el país se halla entre los más hostiles hacia la prensa, preservando al paso de tres lustros la fama de más peligroso para el ejercicio libre del oficio periodístico.
+Según la propia CNDH, más de la mitad de los asesinatos y las agresiones contra periodistas mexicanos fueron ordenados precisamente por gobernantes, de todas las banderías políticas. Ello, en una nación con altos niveles de corrupción gubernamental, según lo revelado por el actual gobierno federal.
+Para complicar el panorama del periodismo, el tal vez más popular presidente en la historia de México, López Obrador (MORENA), ha emprendido una campaña de azuzamiento desde Palacio Nacional contra los periodistas que no se “comprometan” con su propia administración, lo que deja atrapados a los oficiantes entre un fuego cruzado.
