Por Edgardo Cabrera
Cada vez es más penoso el actuar de Mario Jiménez y la camarilla que tomó por asalto el Tribunal Superior de Justicia del Estado a mediados de este año.
Derrocaron a Héctor Maldonado porque lo acusaron de una serie de tropelías relacionadas con supuestos actos de corrupción, excesos, opacidad, favoritismo y abusos (es la fecha que no documentan nada), pero lo que nunca dijeron es que su objetivo era “perfeccionar” esos mismos vicios para saciar su hambre insaciable por los recursos públicos y el poder.
Y vaya que lo lograron, la primera acción de la Tremenda Corte de Mario fue la de favorecer a sus cuates, familiares y compadres, a algunos los metieron a la nómina, a otros les dieron contratos para adquirir servicios e insumos, y a los que ya estaban les mejoraron sus percepciones.
En los hechos la justicia en la entidad no ha mejorado, la transparencia es un mito, pero lo que es toda una realidad son los vicios de siempre como ese de la dilación, el impulso procesal, el tráfico de influencias y otras tantas cosas más que padecen los litigantes y justiciables.
Pero ahora, no conformes con lo anterior, la supina ambición los llevó a formalizar una solicitud de mayor presupuesto, y no es poca cosa, exigen 130 millones de pesos más, un incremento sin precedentes, sueñan con embolsarse para el año 2020 la exorbitante cantidad de 428.4 mdp.
¿PARA QUÉ?
Una primera revisión a sus demandas que realizó mi colega José Luis Ahuactzin, revela que los magi$trado$ quieren tanto dinero para dilapidarlo en más gasolina, pago de telefonía celular, días económicos a trabajadores, aniversario del Día del Trabajo, incentivo al ahorro de funcionarios, cuotas de despensa, despensa especial, así como bonos, aportaciones y gratificaciones.
Pero además existen algunos rubros que llaman la atención, máxime cuando vivimos en una era digital, como ese del pago “por servicios de revelado de fotografías”; o la contratación de servicios «de la industria fílmica, del sonido y del vídeo», ¿acaso estarán maquinando hacer su propia película? o desviar el recurso para algún negocio particular.
No solo eso, en sus demandas se incluyen pasajes aéreos, viáticos en el país, en el extranjero, amén de que sus sueldos no se reducen, por el contrario, tienen un incremento.
Es precisamente el rubro de sus percepciones donde Mario de Jesús tampoco corrigió el súper incremento que se hicieron este año. Su antecesor derrocado se otorgó un sueldo de 205 mil pesos mensuales para este año (97 mil pesos más que en 2018) y pese a la promesa de reducirlo ya que según “tuvieron” un “error” en la tabla de Excel, ello nunca ocurrió, por el contrario, apechugaron el escarnio mediático (de muy pocos medios, como Gentetlx) y así lo mantuvieron.
De los 428.4 mdp que pretenden para el 2021, 375 millones serían para el TSJE y 43 millones pesos para el Tribunal de Justicia Administrativa.
Destinarían 227.3 millones de pesos para sueldos y salarios, 16.6 para materiales y suministros, 28.9 para servicios generales, 25.7 millones para bienes muebles e inmuebles, entre otros gastos.
En síntesis, lo que se aprecia es simple y sencillamente un afán por atiborrarse los bolsillos de billetes, eludiendo así el llamado a la austeridad.
Por cierto que en el caso del Ejecutivo, la iniciativa mandada al Congreso contempla un renglón específico a la austeridad donde se establecen ajustes y reducciones a varias partidas, incluso recortes de personal, pero esa es otra historia desglosaremos posteriormente.