NI IDEA
4 De Abril - 2022
Por Edgardo Cabrera
Solamente el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero cumplió con su palabra y compromiso de entregar el pasado 1 de abril los servicios de salud a la Federación; la de Tlaxcala, Lorena Cuéllar le quedó mal al presidente López Obrador.
La razón del incumplimiento de la morenista es el desastre que tiene en su gabinete, una administración fallida, los yerros están a la orden del día, un gobierno donde el secretario de Salud, por ejemplo, fue puesto a lavar las paredes y los pisos del zócalo (tras la protesta feminista), en lugar de trabajar en el cumplimiento del compromiso suscrito desde el pasado 4 de febrero.
Además del robo de vehículos que le produce dolor de cabeza a la gobernadora, la entrega del sector salud seguramente le da migraña, no es para menos, tendrá que desprenderse de casi 200 unidades médicas, devolver millones de pesos del presupuesto, y seguir administrando hospitales de segundo y tercer nivel con menos dinero.
Pasó otra semana y siguen sin enviar al Congreso local el paquete de reformas y propuestas de decretos para otorgar al IMSS la posesión de cientos de inmuebles y pagar los millonarios adeudos que tienen por predial, agua, luz, en fin.
¿PANACEA?
En Nayarit no están mejor, también ese gobierno morenista imaginó la panacea, pero tampoco tienen idea de dónde están parados, hay dudas de cómo accederá la población a los servicios de salud, están en la incertidumbre laboral doctores, enfermeras y personal administrativo.
El gobernador de aquella entidad es médico de profesión, al menos eso le dio un poco de visión y determinó otorgar a la Federación prácticamente todo, hablamos de unidades de primer, segundo y un nosocomio de tercer nivel.
Son 261 centros de salud de primer nivel, 16 hospitales, además del Hospital de la Mujer cuya construcción sigue en proceso, la idea -dijo- es no interrumpir tratamientos crónicos de los pacientes; en Tlaxcala estamos perdidos, Lorena Cuéllar sólo ofreció el primer nivel con 199 unidades, nos quedamos con el segundo y tercer nivel donde hay un desastre en los hospitales generales y los de especialidades como el de la mujer y Niño, nunca hay nada.
ESTRABISMO
En el estrabismo que padecemos como gobierno, se acuerdan del programa lanzado con bombo y platillo denominado “médico en tu casa”, sí, el mal refrito del implantado en la Ciudad de México.
En la versión lorenista se determinó destinarle 69 millones de pesos para su operación y son nulos sus resultados, la gente con padecimientos sigue perdiendo su tiempo en las salas de espera para una valoración médica.
Ni en la cuarta oleada de COVID se vieron las mentadas unidades de este programa, por el contrario, Tlaxcala vivió picos de contagio sin precedentes, la Triste Historia se vio rebasado y hubo insuficiencia de pruebas y personal, amén de carecer de un tratamiento para los infectados.
Llama la atención, además, que las camionetas destinadas para Médico en Tu Casa traen placas de Tabasco. En los hechos, no hay siquiera medicamentos en las casas de los enfermos.