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Hay que estar claros que en este barco vamos todos, no solo el gobierno debe poner de su parte, también la ciudadanía, y eso parece que es lo más difícil en este momento derivado de la desobediencia, pero también de la necesidad, de las personas que vivimos al día, no salir a trabajar implica un desastre a la economía familiar |
Por Edgardo Cabrera
Este martes llegó la inevitable declaratoria de la fase 3 de la contingencia por el Covid-19, fue en Palacio Nacional donde el vocero de la pandemia, el subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell reveló que en las cuatro regiones del país que maneja el Consejo de Salubridad General se superan los mil casos de contagio, aunque, precisó en la región centro son más de cuatro mil.
Ahora solo resta acatar los lineamientos de la Secretaría de Salud para enfrentar, la que se considera, la etapa más dura e intensa de dispersión del coronavirus en nuestro país.
A la par de este anuncio, la víspera en el programa Mesa de Redacción, el secretario de Educación de Tlaxcala, Florentino Domínguez tiró por borda la posibilidad de que algunos municipios de la entidad regresen a clases a mediados de mayo, y es que según los criterios establecidos por la federación la semana pasada, al menos 5 localidades estaban consideradas para regresar a clases presenciales.
Sin embargo, el funcionario estatal fue tajante, no se puede regresar en parcialidades en la entidad, son todos los municipios y las escuelas, o ninguna, y el asunto es muy simple -explicó-, reactivar las clases en algunos lugares implica también poner en funcionamiento las áreas administrativas de la USET.
De ahí que sería hasta el 1 de junio cuando se estaría retornando a las aulas, y lo dicho por Florentino coincidió con lo anunciado también la mañana de este martes por el secretario de Educación federal, Esteban Moctezuma, quien dio por hecho el retorno a las actividades escolares en todo el país hasta esa fecha.
El asunto es que una cosa son los deseos y la otra lo que la pandemia del Covid-19 marque. En el mejor de los escenarios, estimando que todos los mexicanos respetemos las nuevas medidas de la Secretaría de Salud y descienden los contagios, así como los muertos, sí se podrá cumplir con el objetivo, de lo contrario, la parálisis podría prolongarse aún más.
Al final del día hay que estar claros que en este barco vamos todos, no solo el gobierno debe poner de su parte, también la ciudadanía, y eso parece que es lo más difícil en este momento derivado de la desobediencia, pero también de la necesidad, de las personas que vivimos al día, no salir a trabajar implica un desastre a la economía familiar.
3 DE 6
Por cierto, la comunidad científica clasifica la fase 3 cuando hay brotes regionales de Covid-19 que implican dispersión nacional del virus, con casos que se cuentan por miles.
En la fase 1 eran decenas, todos de importación o de contactos con esos afectados; en la 2 vivimos contagios generados en la comunidad, pero todavía focalizados.
La fase 3 es máxima transmisión, diariamente se suman cientos o miles por día -como ocurre en EU-, es la fase donde el riesgo principal es que se sature el sistema nacional de salud de ahí la importancia de este momento que vivimos ya.
Entre las medidas consideradas están:
Mayor distanciamiento social y quedarse en casa, endurecimiento en la suspensión de eventos públicos en espacios abiertos como plazas y parques, suspensión de clases en todos los niveles escolares (como ya lo vivimos), y suspensión de actividad en todos los centros laborales que presenten brotes activos de COVID-19.
Además de la Fase 3, la Organización Mundial de la Salud estipuló tres fases más:
Fase 4 considerado como la “segunda ola”. En esta etapa es probable que vuelvan los casos de importación, por lo que se denominaría como la segunda ola y puede ocurrir de 3 a 9 meses después de concluir la tercera fase.
Fase 5 y 6. «La OMS, se encargará de anunciar el fin de la pandemia, una vez que la mayoría de las naciones de todo el mundo se encuentren en fase estable y con una situación de contagios controlados. También se habla de acciones conjuntas para mitigar los efectos sociales y económicos por la pandemia, así como la evaluación de las naciones para determinar su requieren asistencia comunitaria».
Como se ve, este tema aún va para largo, y cada etapa dependerá, tanto de la capacidad de acción y reacción de los gobiernos, como de la cooperación de la propia sociedad.