SILENCIO Y OLVIDO
28 De Enero - 2022
Por Edgardo Cabrera
El gobierno estatal le apuesta al silencio y olvido, este jueves se cumplió la primera semana del fatal accidente de un autobús chatarra que transportaba a trabajadores de la primaria Pensador Mexicano, de la comunidad Villarreal, en Terrenate y que cobró la vida de Román Cruz, de 62 años de edad, y dejó seis docentes lesionadas (dos de ellas embarazadas), así como una menor.
Es la fecha que el contrato con la empresa prestadora del servicio no se ha cancelado ni transparentado las condiciones bajo las cuales la Oficialía Mayor la favoreció con un recurso de más de 15 millones de pesos.
Va una semana, y el chofer quien se dio a la fuga no ha sido detenido por la Procuraduría General de Justicia del Estado, aunque aseguran que ya lo tienen identificado, ¡qué alivio!
Corren los días, y el director de transporte de la Secretaría de Movilidad y Transporte, Rubén Domínguez Medel, sigue tan campante en el cargo pese a que hay imágenes y documentos que dan cuenta de su participación en la empresa “Alejandra”, la misma que fue favorecida con el contrato millonario para prestar el servicio del programa “Primero los Maestros” con sus camiones ataúdes.
Una semana que la titular de la Secretaría de Movilidad, Luz María Vázquez Ávila, mantiene en el puesto al funcionario a pesar de que es público y notorio el conflicto de intereses, ¡NADA MÁS!, el director del transporte es empresario del transporte, eso, aquí y en China, es inmoral, quizá ilegal, depende de cómo tuerzan la ley.
Una semana en la que, otra gran ausente, la secretaria de la Función Pública de Tlaxcala, Eréndira Cova Brindis no ha hecho siquiera un pronunciamiento, se ignora si ya inició un procedimiento por la actuación de los funcionarios implicados en la contratación del servicio, pero también, por el evidente conflicto de intereses.
Siete días en los que pareciera que el secretario de Educación Pública del estado, Homero Meneses es: una de dos, rehén de los intereses de otros, o cómplice de las anomalías.
Una semana en que el SNTE, esos sí, son cómplices de los acuerdos turbios (porque el contrato está en la opacidad) entre la empresa y el gobierno, y aunque lo saben, no dicen nada. Al sindicato, en sus dos secciones, la 31 y 55, le vale un carajo los trabajadores a los que representan, a pesar de que ya hay consecuencias.
Y menos de una semana, en la que se documentó que otro más de los camiones chatarra se les descompuso en el trayecto a las escuelas. El lunes, por cierto, se difundió la imagen de ese autobús descompuesto evidenciando, también, que no tenía calaveras y la defensa estaba destrozada, si así están por fuera, imagine por dentro y mecánicamente.
Una semana en la que la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros es omisa ante las tropelías cometidas: no hay consecuencias. ¿Pues no que una nueva historia?, ¡vayan robando el slogan de gobierno!