Por Edgardo Cabrera
En el PRD estatal su proceso de reafiliación, que apenas concluyó el domingo pasado, los llevó a mantener la idea de ir solamente en alianza en la competencia por la gubernatura.
Su padrón superó los 20 mil militantes; 8 de los 10 alcaldes se mantuvieron en el instituto (Texoloc y Zacatelco aún pensaban en afiliarse); sólo la diputada local Laura Yamil refrendó su militancia, en tanto que liderazgos como Santiago Sesín, Alberto Amaro y Gelacio Montiel decidieron seguir por la ruta amarilla.
En el caso de Sesín, por ejemplo, se aplicó en la afiliación y con ello decidió cortarse el cordón umbilical con René Bejarano, quien renunció al PRD para sumarse al movimiento de López Obrador por medio de su propia organización.
Mientras que Gelacio Montiel, el proceso de re afiliación lo llevó a una nueva ruta, la ruta a “Un nuevo Comienzo G/21”, con la clara intención de pensar en la candidatura a la gubernatura por el Sol Azteca.
Por cierto que al igual que Montiel, Manuel Cambrón, que está próximo a entregar la dirigencia del partido, también se perfila a la competencia por la candidatura a la gubernatura sumando así dos perfiles propios de cara a la contienda por la candidatura.
Ya veremos si en los próximos meses logran consolidar ese trabajo ante la creciente posibilidad de que pierdan el registro estatal, incluso el nacional.
GOLPE
Mientras cerraban el proceso de re afiliación a nivel nacional, surgió la propuesta para ceder el registro del PRD a una nueva agrupación política denominada Futuro 21.
Personajes bien conocidos como el ex panalista Gabriel Quadri, los ex priístas José Narro y Beatriz Pagés, el ex vocero del presidente Vicente Fox, Rubén Aguilar, y la comentarista Tere Vale, formaron parte de la primera asamblea de dicha agrupación.
Y mientras el ala amarilla mayoritaria plantea una nueva ruta, ayer martes sufrieron un tropiezo más con la renuncia del senador Juan Zepeda y la ex candidata a la jefatura de gobierno, Alejandra Barrales, evidenciando, como siempre, la falta de convicciones y valor de pertenencia entre aquellos a los que han favorecido con cargos y candidaturas.
Precisamente eso –la deslealtad- es el principal talón de Aquiles de este partido.
¿SERÁ?
Desde adentro de Acción Nacional, nos cuentan que durante la renovación del Consejo estatal y de la elección de los cuatro consejeros nacionales, se tejió una alianza antinatura.
Al revisar las papeletas mediante las cuales sufragaron los afines a José Gilberto Temoltzin y los seguidores a la diputada federal Adriana Dávila, son tan parecidas.
Y esas coincidencias hacen suponer al interior del albiazul que hubo un acuerdo entre ambos liderazgos para construir una alianza de cara al 2021.
Por eso se explica que personajes como Aurora Aguilar o Adolfo Escobar perdieran en su competencia por una consejería nacional, y no sólo eso, que se quedaran con prácticamente ninguna representación en el consejo estatal.
En contraste, el diputado federal Carlos Carreón se mantuvo en un tercer frente que le sumó apenas 15 consejeros al no pactar con la dirigencia estatal.
De ahí que en la carrera para el 2021, no sería descabellado volver a pensar que la definición de la candidatura estará entre dos mujeres: la nueva aliada Adriana Dávila, o la senadora Minerva Hernández que empezará a apretar el paso ahora que rinda su informe de labores legislativas.