#NoLesCreo
18 De Abril - 2022
En salud y educación el gobierno estatal desperdició más de medio año, entre pleitos intestinos y pésimos “acuerdos”, así como en proteger al pasado, a esos que llamaron en campaña de la “mafia del poder”. Las malas decisiones del principio, siguen y seguirán cobrando facturas.
Rubros como turismo y la cultura, los “nuevos” llegaron hambrientos de negocios y ahí están las consecuencias con los contratos a modo, el daño al patrimonio, el reciclaje de personajes y los fracasos de eventos como el voleibol de playa donde le perdieron 5 millones de pesos a los 20 invertidos.
Pero en seguridad es donde hicieron muy mal las cosas, desde el momento en que Lorena Cuéllar Cisneros impuso a un secretario con antecedentes penales que solo le aguantó dos meses en el cargo antes de que huyera para evadir una orden de aprehensión federal. Pese a lo documentado, siguen defendiendo lo indefendible.
Alfredo Valenzuela Álvarez sigue prófugo de la justicia, vamos para cinco meses y no lo pueden detener, dicen quienes se dedican a la inteligencia en materia de seguridad que lo tienen ubicado, que incluso sigue en Tlaxcala, sin embargo, poderosos intereses lo protegen, quizá no sea cierto, producto del rumor y la desinformación del propio gobierno estatal. Lo único real aquí es que son cinco meses sin titular.
Y las cosas se le han descompuesto cada día más al gobierno de Cuéllar, los pretextos ante la incompetencia son interminables, al encargado de la dependencia y ex director de la policía municipal de Tlaxcala, hablamos de Maximino Hernández, le quedó muy grande el puesto y no es de extrañar, a su paso por la ciudad hasta un comando armado lo asaltó en compañía de quien era su jefa, la entonces presidenta Anabell Ávalos.
Por lo pronto dice la mandataria que “ahora sí”, en próximos días, será designado el nuevo secretario, en los hechos, será el tercero que ocupe el cargo en menos de 7 meses de gobierno, y eso es penoso y patético, esa tibies sigue cobrando vidas y dañando el patrimonio de los tlaxcaltecas, así de Triste la Historia.
SALDO ROJO
Mientras “se preparan” para nombrar al titular de Seguridad Pública, en la Semana Mayor las cosas empezaron mal el lunes 11 de abril con el asalto a un negocio en la plaza comercial Gran Patio, que derivó en el asesinato de un guardia de seguridad de solo 36 años de edad.
La tragedia fue mayor para la familia, porque era su primer día de labores y, es claro, no estaba debidamente capacitado para enfrentarse a una eventualidad y eso le costó la vida.
El viernes “Santo”, un supuesto ladrón fue brutalmente golpeado y después quemado, fue en San Pedro Tlalcuapan, Chiautempan, donde la población se cansó no solo de la inacción de la autoridad, sino de la impunidad provocada por un pésimo sistema de impartición de justicia que deja salir a los delincuentes en un santiamén.
El sábado “Santo”, una riña en Huamantla terminó con dos asesinados; en Acuitlapilco, Tlaxcala hubo otro pleito campal, fue el jueves, y participaron una treintena de personas.
Los muertos se multiplican por accidentes viales, como aquel que cobró la vida de cinco mujeres, también en Huamantla, un ahogado en Hueyotlipan, y decenas de incidentes policiacos más que hablan de un estado convulso, con operativos fallidos, aún, cuando los echan andar y los presumen con banderitas y aplausos.
La Semana Santa de 2022 pasa ya a una de las peores de las que se tienen registro en la entidad.