KAMIKAZES
Por Edgardo Cabrera
Cuando hablamos que la legislatura tiene hasta el 31 de agosto para concluir y que se publiquen las reformas en materia electoral, estamos, evidentemente, ante kamikazes que intentan hacerse un traje a la medida.
Y ya no hablemos de los diputados, sino de algunos partidos políticos que pensando en una reforma a modo respaldan que, contrarreloj, se hagan cambios que implican improvisaciones.
Por ejemplo, hablar de la implementación del voto electrónico suena muy bien, máxime ante la pandemia que vivimos por la Covid-19, pero sin duda, causa pavor imaginar cómo se implementará esa medida cuando el ITE ha mostrado en sus últimas elecciones su incapacidad en la operación de las tecnologías de la información y la comunicación.
Recordemos que el sistema de resultados preliminares fue tan deficiente, que a pesar de que es el estado más pequeño del país, fue de los últimos que pudieron mostrar en tiempo real el avance del conteo, así quedó asentado en el balance de los procesos electorales.
Implementar el voto electrónico, sin recursos, y con la improvisación o los buenos deseos, anticipa conflictos postelectorales, considerando, además, que no existirá el tiempo suficiente para comunicar y sensibilizar a los ciudadanos sobre esta nueva estrategia para emitir el sufragio.
Basta imaginar qué pensarán en algunas comunidades de Tlaxco, Terrenate e incluso de la propia capital del estado, donde en plena pandemia piensan que por medio de la sanitización se propaga la Covid-19.
QUIMERA AZUL
En el pecado, los partidos políticos llevarán la penitencia, al menos así será para el PAN donde se dijeron “confiados” de que los diputados no harán al “vapor” una serie de reformas electorales.
Al menos en el comunicado que este lunes manejó la dirigencia estatal, José Gilberto Temoltzin evidenció ingenuidad, al creer que los diputados harán bien su trabajo, a pesar de que hay evidencias de sus continuos yerros e ilegalidades, o bien, quizá algo le ofrecieron o prometieron a su partido para mostrar tanta confianza en ellos.
Para no ir lejos, la presente legislatura lleva récord en cuanto a leyes y decretos vetados por el ejecutivo, suman ocho y se estrenaron con el paquete presupuestal del año 2019, el primero que aprobaron en su primer año de funciones y del que presumieron “modificaciones sin precedentes” a los recursos que aplicaría el gobierno.
El Presupuesto de Egresos y el Código Financiero fueron devueltos ante una serie de inconsistencias legales, para ser claros, los cambios los hicieron sobre las rodillas, sin técnica ni estudio, una serie de burradas aprobaron, incluso otorgaron recursos para sueldos de cargos honoríficos (como el de los consejeros consultivos de la CEDH), o elevaron de forma descabellada los ingresos para magistrados del TSJE, amén de invadir competencias.
Bastó un mes para que saliera el peine, lo que los recién estrenados diputados del cambio y de la 4T querían eran recursos discrecionales, ahí surgió el fondo moches del que todos, incluidos los panistas, se han servido.
A la lista de los vetos se agrega la ley de ingresos de Panotla y de Apizaco; la Ley de Austeridad, Racionalidad, Probidad y Disciplina en el Manejo del Presupuesto Público; así como la Ley de Ecología y de Protección al Medioambiente de Tlaxcala, que contempla la prohibición de la comercialización y distribución de las bolsas plásticas de un solo uso; y la ley de Protección Civil.
…PARA REMATAR
Por si no fuera mucho lo anterior, la recién aprobada Ley Estatal de Educación fue impugnada al considerar que trastoca principios constitucionales.
No hay que perder de vista, además, que desde la pandemia las ilegalidades y yerros se multiplicaron al sesionar de forma “electrónica”, figura no prevista en el marco legal que los rige. Para rematar, tampoco ha sesionado la Comisión Permanente durante siete semanas consecutivas, pese a que es su obligación.
De ahí que cuando Pepe Temoltzin y el PAN hablan de un voto de “confianza” o de que no legislarán al vapor, sin duda estamos ante una fantasía azul.