MENTECATO EN LA VECINDAD
4 De Agosto - 2022
Por Edgardo Cabrera
Entre la incontinencia verbal, la ignorancia y la sosería se debate el que quiere seguir cobrando como dirigente.
Resulta que en una de sus primeras declaraciones después de la porquería de su proceso interno que imaginan “democrático”, se le “chispoteó” señalar que el 13 de agosto mediante la asamblea estatal del partido oficial los 30 illuminatis impuestos mediante los acarreos distritales designarán a su nuevo presidente de Morena.
Según el autómata delegado en funciones de dirigente, el asambleísta varón con mas votos deberá ocupar la presidencia, mientras que la mujer con el mayor número de sufragios deberá ser colocada como secretaria general. De ello se desprende que Alfonso Sánchez García, hijo del ex gobernador Sánchez Anaya, se hará del partido ya que obtuvo 2 mil 341, desplazando a Víctor García que sacó 2 mil 188 votos.
En tanto que Azalia Cortés García asumiría la Secretaría, y ¡no vaya a pensar! que sus 2 mil 282 votos sean por la utilización del padrón de beneficiarios del Bienestar tras su labor como Coordinadora del Centro Integral de Desarrollo, en Xaloztoc.
¡Ah!, pero en esa misma declaración que le comento del flamante encargado de la dirigencia (sobre quien pesan denuncias penales por fraude en el incumplimiento de entrega de apoyos sociales), también reinterpreta el proceso y deja entrever que esos votos en los distritos sufrirían la suerte del “borrón y cuenta nueva”, por lo que los 30 illuminatis llevarán a cabo una nueva votación interna de donde saldrá su “líder”.
Hablamos, que no conformes con el cochinero del sábado, ya se alistan para un nuevo “proceso ejemplar democrático” el día 13 de agosto, porque es evidente que el lorenismo y las huestes de Sergio González no pretenden entregar el partido a Sánchez Anaya quien, cual viejo lobo de mar, se apropiará de la mayoría de las candidaturas que estarán en juego en el 2024 dejando fuera de la jugada a quien ya visualizó incluso cuál es la oficina que le heredarán en el Senado, ¿Qué cree?, quiere la misma de Álvarez Lima.
IMPUGNACIÓN
Mientras las patadas por debajo de la mesa están a la orden del día entre lorenistas, sánchezanayistas y el bloque de Sergio González, los morenistas fundadores y relegados mantienen dos impugnaciones derivadas del proceso interno.
La primera ya fue turnada a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación luego de que eliminaran de la lista de congresistas nacionales a Osbaldo Meza, con lo que Morena lo dejó fuera de la elección del sábado 30 de julio.
La segunda fue promovida apenas el martes por José Hernández Sosa y Lizbeth Alvarado Méndez quienes acudieron ante el Tribunal Electoral de Tlaxcala para denunciar una serie de supuestas anomalías derivadas de la votación y los resultados de esos comicios, entre ellas, la participación como candidatos de funcionarios federales, estatales y municipales, así como partidistas, que a la postre resultaron triunfadores, en un acto que constituye una desventaja respecto a los demás candidatos por la presunta utilización de recursos públicos para su beneficio.
También se denuncia el flagrante acarreo y compra de votos como en el caso del diputado federal Carlos Augusto, quien “regaló pollos rostizados” por cada unidad de transporte público contratada para la movilización.
Así las cosas, en el proceso ejemplar y democrático de Morena, anomalías denunciadas por los propios morenistas, no por sus adversarios políticos.