Por Edgardo Cabrera
Según los plazos marcados en un inicio por Morena, desde el pasado 20 de agosto y hasta el 20 de noviembre se desarrolla el proceso de renovación de sus dirigencias nacional y estatales.
Para el caso local, la intención es que el 19 de octubre se realice el proceso de elección de consejeros estatales, que a su vez tendrán el carácter de nacionales, para acudir al Consejo donde se elegirá al nuevo presidencia nacional del partido.
Se habla que en este proceso participan 45 mil afiliados que tiene Morena en el estado y de este número serán designados 2 mil congresistas de los que al final serán electos 10 consejeros por distrito federal.
Es decir, 30 militantes consejeros tendrán voz, voto y posibilidad de candidatearse también para el cargo de dirigente estatal.
Los tiempos establecen que el 10 de noviembre se efectuará la sesión del Consejo estatal para integrar el nuevo Comité Estatal, y el 20 de noviembre se hará lo propio en el plano nacional.
El asunto es que todo iba según el plan hasta que el presidente López Obrador les “sugirió” hace algunos días seleccionar a los nuevos dirigentes con base al resultado de una encuesta y así evitar las divisiones internas y que se continuara polarizando los ánimos, como en Tlaxcala donde hay una férrea campaña de insultos y agresiones al senador Joel Molina por parte de un regidor capitalino que ha utilizado los medios a su alcance para propinar una serie de golpes bajos en busca de saciar su enfermiza intención de apropiarse de la dirigencia estatal.
Hablamos, entonces, que el proceso interno no será democrático para evitar “excesos”, como los que ya se venían presentando.
La famosa encuesta, la misma receta que se ha aplicado para designar candidaturas, significa que los nuevos dirigentes partidistas serán producto del dedazo.
De ahí que no resulte extraño que, en una de esas, entre los mejores calificados en la famosa encuesta esté, por ejemplo, Maricarmen Ramírez, esposa del ex gobernador y ahora funcionario federal Alfonso Sánchez Anaya; o hasta Martita Palafox, quien ha andado muy callada gozando de un retiro en su hacienda-hotel fifí.
O algún otro personaje que no esté vinculado directamente con ninguno de los aspirantes a la candidatura a la gubernatura, pero sí con el actual director de Canal 11 y ex gobernador Álvarez Lima. Las sorpresas podrían surgir de donde menos se piensa.
JUSTICIA AL ESTILO 4T
Con la novedad que cerca de un centenar de profesores ya fueron reinstalados o están por regresar a las aulas como consecuencia de la abrogación de la reforma Educativa realizada en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Hablamos que la 4T les hizo justicia, y en su mayoría se trata de maestros que se encontraban amparados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que para el caso de Tlaxcala tiene varios subgrupos que los representan.
Entre esos reinstalados destaca, por ejemplo, Citlali Ortiz quien asumió el liderazgo de algunos cesados.
La profesora ya incluso presumió en rueda de prensa de la “justicia a la 4T” la cual, además de regresarla a la aula, la indemnizará con algo así como 1.8 millones de pesos por concepto de sueldos caídos y prestaciones.
Eso sí, aclaró que los salarios no devengados no afectarán a las finanzas del estado ya que el dinero proviene de un fondo federal.
No obstante, tras conocerse la noticia, varios al interior del sector educativo pegaron el grito en el cielo ya que aseguran que Citlali no fue dada de baja por la reforma educativa peñista, sino que desde antes fue cesada ante sus recurrentes inasistencias, sin embargo se habría aprovechado de la lucha magisterial para acogerse de los beneficios.
Sea como fuere, la realidad es que ahora ya tiene de regreso su plaza y tendrá la oportunidad de demostrar y callarle la boca a sus detractores dando ejemplo de enseñanza a sus alumnos y no faltando a sus actividades docentes dejando un poco la grilla y metiéndose más al compromiso social que significa educar al pueblo