OBSERVATORIO
5 De Noviembre - 2021
Por Edgardo Cabrera
El recién creado “Observatorio Legislativo” ya tiene mucha tarea que hacer, de entrada, deberán estar muy atentos de la solicitud de comparecencia del secretario de Seguridad Ciudadana, Alfredo Álvarez Valenzuela, que formuló el coordinador de la fracción parlamentaria del PRD, Juan Manuel Cambrón.
Aunque el Congreso tiene la facultad de solicitar la presencia de los funcionarios estatales sin que medie el permiso del titular del Ejecutivo, en un acto de cortesía política, el proyecto de acuerdo va en el sentido de pedirle a la gobernadora Lorena Cuéllar su venia, y se expone que la intención no es “denostarlo”, sino que informe y explique la estrategia del combate a la delincuencia y en su momento los diputados coadyuven desde el legislativo para tal fin.
Y es ahí donde entra el papel de la nueva agrupación, donde están las ex candidatas a la gubernatura Eréndira Jiménez y Viviana Barbosa, así como otros connotados miembros de la sociedad civil para ser vigilantes del papel de los diputados.
Por un lado, de la mayoría que integran las bancadas de Morena-PT-Verde Ecologista-Panal y PEST, depende que prospere la iniciativa o que se mande al cesto de la basura, la víspera de la sesión, el planteamiento generó fricciones, no gustó, quizá por ello la suavidad y el tacto con el que se presentó.
De prosperar, el Observatorio Legislativo debería ser convidado al ejercicio para constatar que no existan excesos, pero tampoco ligerezas, el tema de la inseguridad es preocupante y ciertamente no se trata solo de que el señor Álvarez Valenzuela acuda a una cena de negros, sino que ofrezca información certera y les tome la palabra a los diputados para trabajar, cada uno desde su esfera.
Para rematar, deben estar muy atentos de la actuación del reelecto diputado petista y presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso, Miguel Ángel Covarrubias, quien está más preocupado en contar sus pato aventuras por Face que en pronunciarse en torno al crecimiento de la delincuencia, la impunidad y el letargo en el que se encuentra la PGJE.
MOROSOS
El problema del desabasto de agua potable en la capital del estado no es solamente un asunto de las autoridades, ni por la corrupción por la que fue denunciada ante la Procuraduría General de Justicia del Estado la anterior administración de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Tlaxcala.
A lo anterior, hay que agregarle el factor de la morosidad de los ciudadanos, muchos de los cuales son capaces de formarse horas afuera de las oficinas que proveen televisión digital e internet, con tal de que no les corten el servicio, pero no prestan la misma importancia al pago del servicio.
La cartera vencida en términos monetarios se estima en algo así como 40 millones de pesos, es el 70 por ciento de los usuarios que se contabilizan en 12 mil 600 tomas de agua sin pagar, el total de clientes es de 18 mil contratos.
Por fortuna los capitalinos ya comenzaron a reaccionar y a hacer su parte, desde este jueves se vieron largas filas para ponerse al corriente, desafortunadamente parece que la única manera de que cumplan es con el amago y con la acción del corte del servicio, tal y como operan los de las compañías privadas de telefonía, internet y telecable, a esos si, por cierto, no hay manifestación o quejas colectivas, cosa curiosa.