Por Edgardo Cabrera
Sin tapujos, el viernes Ángel Ávila (líder nacional del PRD) admitió el interés de su partido por mantenerse cerca de la alcaldesa capitalina, Anabell Ávalos y no descartó hasta convertirla en su candidata a la gubernatura para el 2021.
Secundando y avalando a la dirigencia estatal que encabeza Manuel Cambrón, le dieron su voto de confianza en las acciones emprendidas desde su administración contra la delincuencia y le aplaudió su forma de hacer política, tan es así que en su declaración sostuvo que “sigue siendo, y es un actor muy importante en la elección del 2021”.
Pero el halago no sólo quedó en eso, sino que presumió “una muy buena relación y la queremos seguir llevando bien con ella en el sentido de programas exitosos, reconocer que ha hecho una labor importante”, dijo.
Ahora bien, aunque todos andan adelantados a los tiempos electorales, en la declaración oficial Ávila enfatizó “que aún no es el momento de hablar de candidaturas”, aunque en los hechos ya comenzó la rebatinga por perfilar a sus eventuales abanderados.
En el caso del Sol Azteca está claro que al menos el ala que representa Nueva Izquierda, donde en el plano local se encuentran Manuel Cambrón, Domingo Calzada, Alberto Amaro y recientemente Santiago Sesín, piensan seriamente en impulsar un candidato externo.
Recordemos, en el 2016 este mismo bloque fue el que impulsó a Lorena Cuéllar y convenció a un reacio Jesús Ortega que no estaba seguro de la lealtad de la entonces senadora.
Ahora, y aunque el líder nacional perredista dice que será hasta finales del 2020 cuando definan su opción al gobierno estatal, la realidad es que el PRD ya lanzó el anzuelo en espera de subirse a la contienda y descartando por el momento a otros perfiles como Minerva Hernández quien ya había sostenido un encuentro con la dirigencia en busca de comenzar a trabajar una alianza.
También a otros personajes que se dicen “ciudadanos” (como el del mote de marca de calzones), pero que en los hechos andan tratando de timar a cuanto incauto ven pasar.
EXTRAÑAS ALIANZAS
Pareciera que los días de la petista Irma Garay al frente de la Junta de Coordinación y Concertación Política están contados.
Recordemos que llegó al cargo en una cerrada competencia donde sólo un voto fue la diferencia para llegar a detentar el puesto; en aquella elección 13 legisladores le dieron su respaldo, mientras que 12 se pronunciaron por otra propuesta.
Ahora sabemos que su correligionario Víctor Castro era su contrincante y que incluso su nominación era bien vista en el Palacio de Gobierno, sin embargo el de Tzompantepec se confió, pensó que otros le podían hacer su chamba y no pudo amarrar los suficientes votos para ganarle a Garay.
Pero ahora las cosas son distintas, la nueva ruptura en la bancada Morena que derivó en el desconocimiento de Ana Bertha Mastranzo como coordinadora y el nombramiento de José María Méndez Salgado, alías “el Chema”, podría cambiar también el rumbo en la JCCP.
GAVIOTERO
Si el tema de la cuenta pública 2018 reprobada fue todo un escándalo, lo que no se sabe públicamente del ombuscopión es igual o peor de grave.
No conforme con sangrar a su conveniencia, capricho y necesidad el presupuesto del organismo, ha lucrado con su posición a tal grado que hasta tuvo el descaro de pedir regalados boletos para la presentación de artistas.
Eso ocurrió el año pasado cuando solicitó una decena de boletos para acudir con su séquito a la presentación de Carlos Rivera, pero cuando se los entregaron se negó a pagarlos, ante ello tuvieron que quitárselos.
Para este año, que se prevé de nueva cuenta que esté en el Palenque de la Feria de Tlaxcala el exitoso huamantleco, no sería raro que ahora sí pague sus boletos, aunque tampoco sería raro que se los cargue al gasto del organismo como lo hizo con su viaje a Orlando, Florida.