NUEVA EVIDENCIA
Por Edgardo Cabrera
En el gobierno de Lorena Cuéllar no salen de una y entran a otra, resulta que mientras hacen sus maromas para tratar de desvirtuar la evidencia de la presencia de alimentos putrefactos en los hospitales del Sector Salud, este jueves se revela que, en el Hospital de la Mujer, a falta de incubadoras, personal médico recurre a pañales desechables y “cajitas” de cartón para improvisar un espacio de supervivencia de los recién nacidos.
El miércoles se evitó una tragedia para la madre y su bebé que requería de urgencia una incubadora, sin embargo, no había disponibilidad, 15 de estos instrumentos se encuentran inservibles, de ahí que tuvieron que “improvisar”.
Ahí no acaba el problema, en ese mismo lugar no hay nada, ni leche de fórmula y aditamentos de salud especializados para los recién nacidos, como suele ocurrir, los familiares de las pacientes deben parir chayotes para conseguir todo.
Ese es el nivel de la Triste Historia que solamente en el discurso dice velar por el bienestar de las mujeres tlaxcaltecas, no solo se trata del grave problema de los feminicidios, la trata o la violencia, sino también la salud, y en el hospital especializado para ellas es claro que tampoco se cumple la palabra.
MAROMA
En eso de las maromas para defender los indefendible, este jueves incluso recurrieron a la Coeprist para desvirtuar la evidencia proporcionada por el propio personal de salud, salieron con la ocurrencia de que todo es político y la culpable es la diputada y líder sindical Blanca Águila.
De acuerdo con sus “inspecciones”, dicen, que no han encontrada nada malo en los alimentos de los hospitales, todo es “saludable” y de “calidad”, incluso 20 por ciento se desechan por “presentar alguna característica sospechosa como mal aroma, mal color o mala textura”.
Pero cómo creerle a la Coeprist cuando en sus narices y en plena pandemia se hicieron de la vista gorda para tolerar la apertura y funcionamiento de aquel antro en la azotea del Museo de Arte, o los otros negocios de la titular de turismo que no son tocados ni con el pétalo de una revisión o sanción, aunque también incumplieron los protocolos sanitarios por pandemia.
Y aún más, la conferencia de prensa la dieron en el “sismológico” de la Avenida Juárez, es decir, la oficia de prensa de Lorena Cuéllar que cambia magnitudes a los sismos e inventa sus propias mediciones.
POR CIERTO
Esta madrugada volvió a temblar de forma intensa, fue a la 1:16 am y con una magnitud de 6.9, no volvieron a activarse las costosísimas alarmas de su “moderno” Sistema de Alerta Sísmica, aunque ellos dicen que sí, NADIE las escuchó.
Suponiendo, sin conceder, que sonaron, entonces como nos explican de nuevo que el lunes cuando tembló con una mayor magnitud, de 7.7 grados en la escala de Richter, tampoco sonaron, recordemos que se justificaron diciendo que fue “porque la estimación de energía liberada por el sismo no superó el umbral establecido para alertar a la población”, de nuevo, sus mentiras evidencias más mentiras.