Por Reyes Ruiz Peña
El COMERCIO INFORMAL, estimado lector, es un fenómeno muy arraigado en el país, el estado y, muy marcadamente, en el municipio de Apizaco. Entre las causas que llevan a miles de personas a incursionar en el trabajo informal están la falta de espacios laborales bien remunerados, el exceso de trámites burocráticos, la corrupción y una ineficiente recaudación de impuestos.
Por eso, hablar de lo que sucede en Apizaco con los llamados “ambulantes” o comerciantes informales -quienes venden todo tipo de mercancía en las calles, principalmente en el primer cuadro de la ciudad- requiere, en primer término, aceptar que esta situación es un problema de carácter socioeconómico y que quienes realizan esta actividad lo hacen como una forma honesta de ganarse la vida.
Dicho lo anterior, vale decir que quienes realmente obtienen un cuantioso beneficio económico de esta actividad son los llamados “líderes”, quienes supuestamente se encargan de “gestionar” ante las autoridades los espacios en las banquetas y el precio de estos lugares, que se define, en primer término, por la ubicación.
Por eso, en Apizaco la avenida Cuauhtémoc, entre los mercados “Guadalupe” y “12 de mayo”, es donde se ubican los lugares más cotizados por ser la zona por la que transita el mayor número de personas. Sobra decir que este tramo de la Cuauhtémoc es el que más se disputan por controlar los representantes de las organizaciones de comerciantes ambulantes.
En Apizaco, el comercio informal se incrementó considerablemente durante la administración que encabezó ALEX ORTIZ. Entre los propios líderes y comerciantes informales se sabe que a cambio de dinero en esa administración se permitió el crecimiento desmedido de ambulantes. La mayor parte de esos nuevos vendedores informales llegó no solo de otros municipios sino de estados circunvecinos, por lo que el flujo de dinero no benefició a los apizaquenses.
Por desgracia, en los gobiernos subsecuentes de los también panistas ORLANDO SANTACRUZ y JORGE LUIS VÁZQUEZ se toleró e incentivo esta actividad, llegando incluso la autoridad municipal a negociar casi descaradamente las calles del primer cuadro de Apizaco con los supuestos “representantes” de ambulantes.
No es un secreto que el comercio informal es una auténtica MINA DE ORO para REPRESENTANTES Y POLÍTICOS CORRUPTOS que se han enriquecido a costa del trabajo y el sudor de gente que por distintas circunstancias no cuenta con una fuente formal de ingresos.
Recientemente este tema se ha abordado en medios locales y nacionales, haciendo referencia a ACUERDOS OBSCUROS entre LÍDERES CHARROS de comerciantes informales y FUNCIONARIOS DESHONESTOS que lucran y medran con el ESPACIO PÚBLICO para su BENEFICIO PERSONAL en lugares como Oaxaca, Veracruz y Ciudad de México.
No le parece injusto, estimado lector, que quienes realmente realizan el trabajo, soportan las inclemencias del tiempo y sufren en todos los aspectos por estar desempeñando una actividad en la vía pública tengan que aportar parte de sus ganancias a representantes como GABRIEL MÉNDEZ, quien es el líder que mayor número de gente tiene trabajando en las calles de Apizaco.
O que tengan que “reportarse” económicamente con el llamado ISMAEL N, quien se dice ha negociado con JAVIER LLERA, director de Desarrollo Económico del ayuntamiento de Apizaco, por ser el encargado de “mercadear” los espacios en la vía pública. ¿Por qué terceras personas deben obtener jugosos ingresos diarios a costa de quienes tienen la necesidad de vender en la calle?
Actualmente, el ambulantaje ha llegado a un PUNTO CRÍTICO pues el comercio informal durante los 2 años de este gobierno municipal se ha incrementado en más del cien por ciento. No existe un padrón oficial y público, pero los propios comerciantes hablan de entre 700 Y 800 AMBULANTES porque hay puntos de la ciudad en los que se instalan hasta tres diferentes vendedores a distintas horas del día y, por supuesto, cada uno paga su respectiva cuota tanto a su líder como al gobierno municipal.
La autoridad podría argumentar que los recursos que provienen del cobro a vendedores ambulantes se integra a las arcas municipales, pero lo cierto es que, por tratarse de ingresos propios, ESE DINERO NO ES FISCALIZABLE y, por lo tanto, se puede manejar con absoluta OPACIDAD Y DISCRECIONALIDAD.
Solo así se entiende la complacencia de las autoridades no solo con el ambulantaje desbordado y sus líderes, sino también con los abusos por parte de comerciantes establecidos que han extendido sus negocios hasta ocupar la banqueta del frente de sus establecimientos colocando todo tipo de mercancía. Si usted ha tenido que caminar por el arroyo vehicular en Apizaco, sabe de lo que hablo.
Pero en medio de la anarquía, qué más pueden hacer los comerciantes establecidos si la Cámara de Comercio de Apizaco hace muchos años que dejó de cumplir con su objetivo y se ha convertido en un cómplice de los malos gobiernos municipales, abusando de la buena fe de quienes pagan una cuota para ser representados por esta organización.
Como siempre, mi total agradecimiento y respeto a quienes me brindan un momento de su tiempo. Hasta la próxima, si Dios lo permite.