LOS HOOLIGAN
6 De Junio - 2022
Por Edgardo Cabrera
El de Cuéllar es un gobierno abusivo y temeroso, no cuidan la legalidad, y es que mientras a la delincuencia la apapachan, a los manifestantes los aplastan.
Está visto, con aquellos que difieren de sus “geniales” ideas, que cuestionan sus pésimas estrategias, que no son sumisos a su voluntad, que ponen en evidencia la corrupción de su joven gobierno, o simplemente piensan diferente, son víctimas y rehenes de su furia por medio de la represión o la intimidación.
Con los transportistas, los rijosos de Xicohtzinco o con las muchedumbres que linchan, matan y queman, no meten las manos, al contrario, huyen. A los grupos armados, huachicoleros o tratantes, no los tocan, se les cuelan por todos lados. Contra mujeres y niños, jóvenes, personal médico o burócratas si sacan los dientes.
El viernes, una vez más, utilizó a los granaderos estatales y a su hooligan Ballesteros para intimidar a los sindicalizados del 7 de Mayo que acudieron en un nutrido grupo al Tribunal de Conciliación y Arbitraje para entregar su documentación y exigir la toma de nota de la dirigencia que fue electa el pasado 25 de mayo.
¿A qué le tienen miedo?, si su procedimiento fue anómalo bastaría aplicar la ley, ¿por qué mandarles un contingente de policías?
EL BERRINCHE
Ya lo habíamos dicho y se confirma, Cuéllar está emberrinchada en apropiarse del sindicato de burócratas estatales para entregárselo a sus compadres: la pareja de Guadalupe Rodríguez y Pedro Erazo, pero debido a la ineptitud de quienes las rodean no saben cómo hacerlo por la vía del derecho.
Por ello es que una gran parte de la “base” que apoya al depuesto Edgar Tlapale se vio más viva y pese a los reiterados intentos por boicotear las convocatorias para sus asambleas electivas, por medio de su garrote inquisidor denominado TCA, en un tercer intento consumaron la designación de Enrique Escobar.
También, ya lo había comentado, una cosa es que lo eligieran, y otra que les entreguen la toma de nota, de ahí la movilización del viernes, y la utilización de la policía represora que comanda el secretario y militar el Raúl Ruiz García, para frenarlos.
Lo anterior simplemente evidencia la incapacidad política de la señora Cuéllar y sus empleados, pero también sus temores de perder cualquier coto de poder, porque sabe bien que los sindicalizados no doblarán fácilmente las manos y, al contrario, cuando lleguen el próximo proceso electoral se la cobrarán, al tiempo.
INCERTIDUMBRE
Por cierto, derivado de la protesta, además de los granaderos, los del TCA trataron de aplicarles la “aburridora”, primero dieron largas para aceptarles la documentación de la elección del pasado 25 de mayo, luego pasada las 9 de la noche intentaron suspender el conteo de votos, sin embargo, las protestas arreciaron de los trabajadores que se mantuvieron haciendo guardia.
Fue a las dos de la mañana del sábado cuando terminaron el conteo, y hasta una hora después cuando finalmente les entregaron el “acuse de recibido”, con lo que se retiraron en espera de que en el transcurso de esta semana les entreguen la toma de nota. El asunto es que seguirán buscando cualquier resquicio legal para no hacerlo, porque así de tramposa es esta nueva triste historia.