SELECTIVAS
12 De Octubre - 2021
Por Edgardo Cabrera
El tema de la comunicación parece ser el gran talón de Aquiles de la “nueva historia”, la semana pasada difundieron unas supuestas audiencias públicas que ofreció la gobernadora Lorena Cuéllar, que, en los hechos, ni son públicas, ni está convidado el pueblo, son reuniones del club de Tobi.
Para audiencias públicas, reconozco las realizadas hace dos décadas cuando Alfonso Sánchez Anaya reunía en un auditorio a sus funcionarios y alcaldes para que la población acudiera lo mismo a demandar o quejarse con el gobernador que con sus autoridades municipales.
Lo anterior viene a cuento porque en ese ejercicio selectivo de Lorena Cuéllar, recibió a los dirigentes del sindicato disidente de la Sección 31, denominado “Sindicato de Trabajadores del Sistema Nacional de Salud” que aglutina a un centenar de empleados en Tlaxcala, encabezados por el secretario general Luis Alberto Ramos Rivera, algo que presumieron como un “logro”.
Pero mientras la gobernadora recibió a los integrantes de una agrupación que no está legalmente constituida, ese mismo día el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela, y el titular del Insabi, Juan Ferrer, visitaron las instalaciones del comité ejecutivo nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, para respaldar y trabajar a favor de los trabajadores del sector salud.
Como dato, ese sindicato legalmente reconocido, es el que encabeza en Tlaxcala la diputada local Blanca Águila y aglutina a casi 6 mil personas.
Al presumir desde su propia área de prensa el encuentro con una agrupación fantasma, el lorenismo manda la señal que dan por descontado que perderán la pretensión de quitarle a la priísta el control del gremio, ya le midieron, al parecer, ni traen todas las canicas y forzar la decisión significaría inestabilidad del sector; si con Xicohtzinco no han podido resolver de fondo el problema, en Salud no podrán propiciar un monólogo “vendido” como diálogo y negociación
DE MAL EN PEOR
Lo dijimos, y los hechos de nueva cuenta nos dan la razón, lo que el viernes hizo Sergio González fue un monólogo con los inconformes de Xicohtzinco, más no una mesa de diálogo entre las partes inconformes para llegar a un acuerdo.
Este lunes alzó la voz el presidente de ese lugar, el perredista Luis Ángel Barroso Ramírez quien acudió a la capital en busca de diálogo con el gobierno estatal para que intervengan como mediadores, más no, a favor de una de las partes.
El presidente municipal es una de las partes en el conflicto, y contrario a una política de mediación, lo que se hizo la semana pasada fue acordar solamente con una parte afín a la 4T y que fundaron su movimiento a partir de la inconformidad con el resultado de la elección de junio
APUESTA
Sin aún cumplir los cuatro meses de prueba, trasciende que se alista la primera renuncia de una funcionaria porque, simple y sencillamente, no solo le quedó grande el cargo, sino que incumple con la normatividad de la institución donde la impusieron.
El yerro, porque eso es, de colocar a alguien sin el perfil profesional ni los requisitos legales ¿a quién se lo cargamos?, a la propia gobernadora, o a sus “asesores” que más allá de cumplir con su labor solamente le endulzaron el oído a la jefa.
La funcionaria en cuestión está en el rubro de la educación, pero no el único caso, hay otros en los que colocaron como gerentes o en posiciones de mando sin siquiera haber terminado la educación medio superior, basta revisar la normatividad para constatar de qué forma violan flagrantemente la ley.