Consideraron contradictorio que por un lado se les llame a implementar estrategias para que su población no salga de casa, y que por el otro la delegación del Bienestar les ordene habilitar espacios y concentrar a cientos de beneficiarios en un mismo lugar |
Por Edgardo Cabrera
Con justa razón, el sábado alcaldes se quejaron ante el gobernador Marco Mena por la terquedad de Lorena Cuéllar y la delegación del Bienestar por realizar la entrega de los apoyos sociales en lugares públicos y violando la medida de restricción que promociona el propio gobierno federal denominada #QuédateEnCasa.
Tras sostener una reunión con el mandatario estatal, donde se les pidió a los 60 presidentes municipales “reforzar las medidas de contención” de contagio del coronavirus Covid-19, varios alzaron la voz.
Consideraron contradictorio que por un lado se les llame a implementar estrategias para que su población no salga de casa, y que por el otro la delegación del Bienestar les ordene habilitar espacios y concentrar a cientos de beneficiarios en un mismo lugar.
No solo eso, en oficios enviados por la funcionaria federal se les requiere que el ayuntamiento dote de sillas, lonas, perifoneo y personal para entregar los recursos, las fechas programadas iniciaron desde la semana pasada y se prolongarán en ésta.
Y las imágenes ahí están, con todo y la implementación de supuestas “medidas estrictas” de sanidad, el problema radica en que a la población de mayor riesgo de contagio (los de la tercera edad) los hacen salir de su casa, trasladarse grandes distancias, los tienen bajo el sol -en lo que pasan el filtro de ingreso- y después los hacen trasladarse a bancos y domicilios.
Por lo que los presidentes pidieron al gobernador intervenir con la federación para terminar con este sinsentido y emprender una estrategia menos riesgosa como la de llevar al domicilio de los beneficiaros los apoyos. Aquí no hablamos de no dar el recurso, sino de ocupar la infraestructura de la dependencia (que incluye camionetotas de lujo recién adquiridas) para trasladar el apoyo.
A colación de las quejas, también algunos alcaldes prefirieron quedarse callados porque ellos de igual forma toleraron la violación a medidas de restricción. Ahí está Contla, Tepeyando y Teacalco, que la semana pasada se hicieron de la vista gorda para mantener bailes, carnavales y otros actos multitudinarios.
ARCAICOS
En eso de las contradicciones en el sector educativo está otro caso, la semana pasada también se aglutinaron cientos de trabajadores para cobrar su quincena.
Al igual que con los del Bienestar, las supuestas medidas de higiene y de sana distancia fracasaron porque al tener una muchedumbre las reglas son fáciles de romper, desde aquellos que buscan la sombra del mismo árbol para no estar bajo los rayos del sol, así como al momento de trasladarse a la USET desde sus domicilios.
Para este lunes otra vez se verá los mismo, porque otro grupo de trabajadores acudirán por sus pagos.
Y el asunto es que muchos de esos trabajadores traen problemas con sus bancos, o no han querido que sus percepciones sean electrónicas y viven en el pasado en espera de su cheque físico; otros más traen hasta problemas de pensiones alimenticias de ahí que quieran en físico su pago para evadir descuentos, todo bajo el amparo y exigencia de sus sindicatos. Ahora, ahí están las consecuencias.
SIN PRETEXTO
A colación de las contradicciones, este sábado el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell mandó un enérgico mensaje a la población y pedirle quedarse en casa al menos un mes para frenar los contagios por el Covid-19.
Evidentemente al gobierno de López Obrador le alcanzó la realidad, los pronósticos no son favorables y la fase 3 está por iniciarse ante el crecimiento exponencial de contagios y por jugarle al valiente, empezando por el presidente quien minimizó en un principio al virus y las medidas de contención.
Ahora el propio ejecutivo federal esta bajo sospecha de contagio, este fin de semana el gobernador de Hidalgo confirmó estar infectado, y hace apenas 10 días se reunió con él sin acatar las medidas de la sana distancia.
Ya veremos está semana cómo crece el número de enfermos y empiezan a colapsar los sistemas de salud que siguen sin poder cubrir el abasto de medicamentos, personal, equipo e instrumental para otras enfermedades que venía denunciándose desde antes del Covid-19.