SANGRE: LA NUEVA HISTORIA
Por Edgardo Cabrera
“La nueva historia se está escribiendo con la vida y la sangre de los tlaxcaltecas”, así de contundente y cruda fue la sentencia que hizo este lunes la activista Yeny Charrez, luego de acompañar a la madre del joven guanajuatense Pedro -N-, de quien aseguran, la Procuraduría General de Justicia de Tlaxcala le fabricó pruebas para ser encarcelado en Apizaco.
El caso lleva semanas en la prensa nacional, en la de Guanajuato y en muy pocos medios de Tlaxcala.
Fiel a su estilo, el gobierno estatal pretendió borrar el tema de la opinión pública, bajo la excusa de la “secrecía de la información”, reserva que no aplicaron en el caso, por ejemplo, de la muerte de la esposa de un empresario allegado a la Triste Historia; del feminicidio de una joven poblana cuyo cuerpo fue localizado en Tequexquitla; o en el de la normalista Beatriz -N- donde les urgía desestimar el homicidio y se apresuraron a decir que falleció “por una caída”, todos estos casos solo en lo que va de este año.
La “secrecía” también la aplican convenientemente en 43 casos de feminicidios documentados por colectivas de Tlaxcala en la presente administración, de los cuales solo la dependencia que encabeza Ernestina admitía hasta el mes pasado 4.
Bueno, ahora de nueva cuenta salió a relucir el señalamiento que desde la PGJE se fabrican delitos a inocentes mediante dudosos métodos con tal de “esclarecer” delitos, como en el caso del hombre de Huamantla asesinado en noviembre del año pasado y por el cual fue detenido en Guanajuato Pedro, de quien aseguran sus familiares, es homónimo del presunto responsable.
Pero la desgracia va más allá, porque la familia huamantleca del asesinado sufrió un nuevo golpe cuando mataron a la esposa meses después, y el crimen sigue impune, pero ahora el tercer revés vendría de la autoridad al haber metido a la cárcel a un joven cuya defensa asegura, además, que estuvo en otro lugar el día de los hechos y que siquiera conoce el estado de Tlaxcala.
En Guanajuato se han lavado las manos de este caso y acusan al gobierno de Tlaxcala de las omisiones y el dudoso procedimiento del que se quejan los familiares.
NADA NUEVO
Y en este asunto son menores las dudas en torno a la versión de los familiares del detenido que del gobierno, recordemos que sobre Ernestina Carro pesa el señalamiento de la tortura y muerte de un detenido acusado de estar implicado en la desaparición y homicidio de la joven Ana Laura.
Desde abril pasado el caso no tiene avances ni se ha esclarecido nada, por el contrario, siguen apostando al olvido y la impunidad, en lugar de detener al o a los probables responsables, lo que hay es otro joven muerto, pero a manos del Estado.
Tan asesinos son los que cobraron la vida de la joven huamantleca, como la instancia que procura justicia, de la cual, la titular y la subprocuradora gozan del manto protector; en otro lugar, los primeros que debieron ser despedidos y sobre los cuales se les tuvo que iniciar una carpeta de investigación serían las cabezas, para muestra el ex procurador general de la república, Jesús Murillo, quien fue preso bajo el señalamiento de ser “omiso y negligente” , así como por supuestas violaciones graves a la ley.