Por Mauricio Hernández Olaiz
“Detrás de cada gran fortuna política hay un delito.” Honore de Balzac
Quién afirma ser un comprometido en la lucha contra la corrupción, deberá comenzar con su propia casa. No es creíble un alegato sobre el tema y un compromiso verdadero si el combate solo se lleva a cabo en los terrenos de los opositores. Solo ellos son corruptos, los nuestros no, aunque las evidencias digan lo contrario pues siempre…. tendremos otros datos.
Para quién esto escribe el caso Bartlett es muy serio. Para quién esto escribe es tan serio que representa la propia legitimidad de la 4T. No puedes ir por el país pregonando ser implacable contra la corrupción pero justificando y protegiendo a tus colaboradores sospechosos de la misma.
AMLO asegura que, en asuntos públicos, no tiene esposa, ni hijos, ni amigos, pero tal vez Manuelito sea más que todo eso, pues la protección feroz al director de la CFE está documentada. El presidente se equivoca y pone en riesgo su propia palabra y compromiso con el pueblo de México. No puede seguir manifestando que es implacable contra la corrupción y por otro lado le da a un ex salinista, a un hombre que ha sido señalado durante décadas, el beneficio de la duda.
López Obrador no se puede dar el lujo de seguir poniendo en juego su valioso capital político en solapar, si así resulta ser el caso, a personajes como Manuel Bartlett, que ya ha sido juzgado por la historia y que no merecería una tercera oportunidad, pues la segunda la había obtenido gracias al pragmatismo inclusivo de Andrés Manuel al colocarlo al frente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desde el inicio de su administración, a pesar de la sorpresa y el rechazo abierto de propios y extraños.
La credibilidad de la 4T está en juego, por lo menos para mí. La 4T fue usada como vil apuesta y solo para cubrir un par de cuatros en la mano. AMLO apuesta mucho por Bartlett quién le entrega un juego muy pobre para enfrentar a una realidad, una verdad histórica que compite con un póker de ases. Un alto precio a pagar que nos lleva a preguntar ¿por qué es Bartlett tan importante para AMLO?.
¡Qué la investigación de Loret de Mola y Arely Quintanilla sobre las propiedades y empresas no declaradas de Manuel Bartlett son una estrategia desestabilizadora!….probablemente…..¡que es una medida para golpear y evitar la transformación!…..tal vez….¡que es una vil artimaña de la mafia en el poder, del antiguo régimen, para mantener sus privilegios!…..quizá….pero todo eso no le quita la VERACIDAD y la solidez al reportaje, por ello sea cuál sea su origen, financiamiento o propósito, si dice la verdad, Bartlett se debe largar antes de sepultar a la 4T.
Si en verdad el Poblano es un creyente del proyecto del Tabasqueño, un comprometido con la 4T, debe hacerse a un lado mientras concluyen las investigaciones, tanto de la función pública como de la fiscalía general de la república, de lo contrario solo mostrará lo que muchos pensamos de él, un sujeto insaciable de poder y dinero al amparo de la política y el gobierno. La separación temporal de Manuel Bartlett mientras dure la investigación contribuiría a la pulcritud y credibilidad del proceso; no sería una muestra de debilidad de la administración, al contrario, sería una acción congruente y responsable ante los hechos.
Pero además dichas investigaciones tendrán que ser totalmente transparentes y sin ningún apego a la creencia particular de López Obrador, quien sigue cobijando públicamente, con su manto protector, la inocencia de su amigo y funcionario; de lo contrario, no solo se corre el riesgo de una vulgar comparación con las investigaciones del sexenio pasado por parte de Virgilio Andrade, sino también, insisto, echaran por tierra los preceptos fundamentales sobre corrupción sobre los cuales reposa la cuarta transformación.
Y creo yo no es cualquier cosa….
Pero, tristemente, no solo el caso Bartlett pone en entredicho la palabra y compromiso del presidente en materia de transparencia y corrupción. Si bien Manuel Bartlett es señalado por ser omiso en su declaración fiscal, patrimonial y de intereses, por lo menos algo presentó, no es el caso de otro ex salinista de la banda del hoy titular de CFE.
El pasado 30 de enero López Obrador, en una de sus mañaneras, fue claro y conciso… indicó que los nuevos funcionarios del gobierno federal deberán presentar su declaración patrimonial, y el que no la presente, O NO LA HAGA PÚBLICA, no podrá trabajar; “ya está hablado”, dijo.
Pese a lo anterior José Antonio Álvarez Lima no quiso hacer pública su declaración, contraviniendo las instrucciones del presidente, pese a ello, se mantiene tan campante recorriendo los pasillos del canal once. Puede usted amigo lector revisar personalmente el declaranet plus y ver como no inventamos nada.
Por lo anterior el presidente debe reflexionar seriamente a quien brinda su respaldo, o bien, explicar las razones de su, hasta insensato, proteccionismo de su colaboradores ex Salinistas. Porque vale la pena hacerle saber que no todos somos iguales….pero tristemente los políticos sí lo son y hasta no mostrar lo contrario en este caso, incluye al propio Presidente.
Finalmente solo se está poniendo en juego la credibilidad y legitimidad de la cuarta transformación. Poca cosa no es…Pero pese a toda las reflexiones y las evidencias…esto es lo que piensa Manuel Bartlett sobre la investigación en su contra y la posibilidad de separarse del cargo….Chu Chu Chu—
¿Esto es lo que representa la 4T?…Seguimos jodidos…
Y sobre el reciente caso en donde el SAT ha divulgado el nombre de personas y empresas que fueron favorecidas con condonaciones millonarias del pago de impuestos, poco que decir…sobre todo cuando muchos de esos personajes son, precisamente, vacas sagradas de la 4T. Otra raya al tigre, y su doble moral.