Por Edgardo Cabrera
Será esta misma semana, dicen que a más tardar el miércoles, cuando llegue a Tlaxcala un delegado nacional para asumir las riendas de Morena y con ello del proceso interno para la renovación de la presidencia del partido.
Con dicha decisión se busca frenar el malestar de los antagónicos al senador Joel Molina quienes se han quejado de la existencia de dados cargados en el proceso para renovar la dirigencia estatal.
Pero también, el objetivo es contrarrestar el golpeteo en contra del legislador y presidente saliente del partido en el estado, luego de que personajes que carecen de militancia montaran una campaña de lodo en su contra que incluye desde los insultos hasta las amenazas.
De ahí que los antagónicos al senador ya no tendrán pretexto para continuar dividiendo a Morena y tampoco podrán acusar dados cargados en un proceso donde lo único seguro es que el nuevo dirigente será impuesto desde Palacio Nacional.
Y aunque el romanticismo está presente en buena parte de los simpatizantes del partido en el gobierno, la realidad es que sus estatutos serán moldeados según los designios del dirigente nacional con licencia y hoy presidente de la República.
Pero aunque la encuesta no está considerada dentro de sus estatutos, lo que sí existe es la posibilidad de llegar con un candidato único a las asambleas estatales y nacional. Es ahí donde, a manera de filtro, se les aplicarán a los suspirantes las encuestas fantasmas cuyos resultados pasarán antes por el cernedor del líder moral del nuevo partidazo.
Aunque en una de esas el delegado nacional podría quedarse más allá de lo previsto, incluso prolongar su estancia hasta el inicio del proceso electoral, ya vimos que en Morena todo puede pasar.
AL REDIL
Es claro que en Morena las alianzas son por momentos, resulta que Víctor Báez López y María del Rayo Netzahuatl regresaron al redil y ahora están con el bloque mayoritario que conforman Patricia Jaramillo García, Rafael Ortega Blancas, Rolando Pérez Saavedra, Mayra Vázquez Velázquez y su nuevo coordinador José María “Chema” Méndez.
En tanto que del otro lado se quedaron sin Báez y María del Rayo, y en su lugar sumaron a Ana Bertha Mastranzo para “reforzar” al bloque de Ramiro Vivanco Chedraui, Lourdes Montiel y Miguel Piedras.
Ya veremos cuánto les dura el gusto, el asunto es que Mastranzo mostró no sólo falta de liderazgo en la bancada, sino que pretendió tejer acuerdos unilaterales y hasta llegó al grado de tratar de engañar a su propia bancada sacrificando a los suyos para “quedar bien”, quién sabe con quién.
Por ejemplo, a la chiquillada le habría prometido otorgarles la Mesa Directiva para este primer periodo ordinario de sesiones del segundo año legislativo, pero de ese acuerdo nadie sabía en Morena.
Como no pudo cumplir y se le vino encima la presión del PT con Irma Garay, terminó desconociendo el compromiso, pero también se mantuvo cerrada a informar y consensar con los suyos el resto de los cambios.
Ahora, para tratar de corregir la plana y cambiar la imagen desastrosa ante los conflictos internos en la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional, la intención del nuevo coordinador, Chema Méndez, es priorizar los consensos internos y someter a la mayoría las decisiones, de este primer ejercicio en la sesión del martes se espera la integración de la legisladora del PVEM, Maribel León a la Mesa Directiva.
También se anticipa que como parte de los cambios y la reconciliación, a la Secretaría Parlamentaria regresará Melecio Domínguez quien hace algunos meses fue removido como consecuencia de la destitución de Báez de la JCCP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario