Por Edgardo Cabrera
En el PRI así lo hicieron, en el PRD lo intentaron (pero se toparon con la horma de su zapato) y ahora en Morena la camarilla de Lorena y sus secuaces insisten en arrebatar por la mala la dirigencia estatal.
Sin pudor, desde temprano de este domingo salieron de su madriguera sus mapaches para manchar las asambleas distritales cuyas reglas fueron claramente establecidas y aceptadas desde un principio.
A sabiendas de que solamente podrían votar aquellos militantes afiliados hasta 2017, los mapaches implementaron un operativo de acarreo de cientos de simpatizantes (buena parte beneficiarios de programas sociales federales) que fueron engañados con la promesa de votar este domingo tras afiliarlos masivamente, semanas atrás.
Azuzados por reventadores (esos mismos que hace una década tomaron el PRI estatal en berrinche porque Mariano González Zarur les ganó la candidatura en una interna), se apostaron afuera de las sedes de las asambleas distritales para lanzar improperios y agredir físicamente a los organizadores, así como a aquellos morenistas que sí cumplieron con las reglas para participar.
En Apizaco, estos enfermos de poder, lanzaron cohetones para sembrar el terror, y lo lograron, el saldo fue de cuatro personas con heridas leves y crisis nerviosa, producto de empujones al salir en estampida los simpatizantes del partido.
En Tlaxcala, los lorenistas encabezados por el regidor capitalino Víctor García, coordinaron y ordenaron a la gente amotinarse frente a la sede, y con engaños les dijeron que “estaban en su derecho de votar” encendiendo la mecha para tratar de reventar la asamblea.
En su afán por ingresar a un proceso donde no tenían derecho a participar, hubo jaloneos, insultos y hasta amagaron con quitar las vallas de protección.
En Zacatelco, donde se organizó la asamblea del tercer distrito, las cosas no fueron diferentes, también ahí llegaron los reventadores, entre ellos el transportista y NO militante de Morena, Rubén Darío, para intentar boicotear los trabajos y lo lograron.
Y aunque del lado de los coordinadores de las asambleas hubo intentos por calmar los ánimos, los rijosos siguieron siendo incitados a reventar el proceso.
En tanto que la senadora morenista Ana Lilia Rivera adelantó que procederá penalmente en contra de los incitadores a la violencia.
Así las cosas en lo que ya se anticipaba un proceso manchado por viejas prácticas y que ya en su momento habían denunciados los senadores Joel Molina y Ana Lilia Rivera.
UNA DE TRES
La única asamblea que se pudo realizar, pese a los reiterados intentos por reventarla del regidor morenista capitalino, Víctor García, concluyó con la elección de 10 consejeros, cinco mujeres e igual número de hombres, identificados con los senadores Ana Lilia Rivera y Joel Molina, así como con el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.
En los otros dos distritos la misma suerte correrían las asambleas toda vez que los simpatizantes de Lorena carecen de militantes afiliados, de ahí su insistencia por boicotearlas, aunque eso sí, utilizando sus plumas ladinas intentaron esconder la mano, victimizarse y acusar a los senadores de ser los culpables, algo que carece de lógica tras el resultado de la única que no pudieron reventar.
LA QUERÍAN… LA TIENEN
A colación del proceso interno morenista, vale decir que el partido de López Obrador le abrió de par en par las puertas en su partido a Lorena, nadie los obligó a aceptarla e incluso a designarla candidata a diputada federal y luego coordinadora de programas federales.
Y aunque desde un principio algunos fundadores del partido en Tlaxcala se inconformaron, al final fueron ignorados y los reveses a los militantes de antaño han venido uno tras otro.
Recordemos que como delegada del Bienestar hizo de lado a los morenistas y privilegió otorgar los puestos de mayor poder a decenas de tránsfugas priístas, panistas, perredistas, orticistas, en fin.
De los Servidores de la Nación se sirvió y luego los corrió para dejar también a sus cuates, a otros los ha mantenido en la miseria. Ahora, en la pugna por el partido, evidentemente quiere las riendas de Morena para cumplir con sus promesas de candidaturas para el 2021, las cuales un día hace y al otro también, como parte de su objetivo por la gubernatura.
Pero en todo esto simplemente, cabe aclarar, fueron ellos quienes querían a Lorena, ahora la tienen.
La realidad es que por cada partido que ha pasado ha salido en medio de acusaciones por su doble juego y discurso, gandallez y ambición desmedida, pero no sólo eso, también sus más cercanos (buena parte de ellos sus suplentes en los cargos que ha detentado) han terminado mal con ella, ¿por algo será?
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