Por Edgardo Cabrera
Mario Jiménez sigue acumulando días como presidente del TSJE y las cosas nada más no mejoran en el poder Judicial, por el contrario, para el 2020 se anticipa que estarán peores dada la supina ambición de quienes lucran con la justicia.
Aunque piensan que ya se nos olvidó, la realidad es que lo que ocurrió este 2019 en el Tribunal Superior de Justicia del Estado fue un saqueo en despoblado al erario luego de que el presidente, magistrados, consejeros de la judicatura y funcionarios, se incrementaran en más de 100 por ciento sus percepciones.
Gentetlx lo documentó desde febrero pasado y al principio lo negaron, luego nos acusaron de tergiversar la información, más tarde nos atacaron, pero al final terminaron por admitirlo al mandar una “fe de erratas” al Congreso mediante la cual solicitaban a los diputados readecuar su presupuesto ya que “su tabla de Excel” tuvo un error en las partidas, “¡casualmente!” solamente en el rubro de sueldos.
Corrieron los meses, ya estamos a dos de concluir el año, y nunca hicieron ningún ajuste interno, así está documentado al revisar las actas de las sesiones del Consejo de la Judicatura de las que en ninguna se acordó alguna modificación a sus partidas, por el contrario, en buena parte de ellas ocurrió todo lo contrario, se incrementaron sueldos a cuates y compadres, se metieron a nómina a los recomendados y hasta se autorizaron contratos con proveedores de dudosa experiencia y origen.
LA DANZA DE LOS MILLONES
Ahora para el 2020, y pese a que derrocaron a Héctor Maldonado Bonilla -supuestamente por “abusivo” de los recursos-, el flamante nuevo presidente del TSJE y del Consejo de la Judicatura, Mario Jiménez y su camarilla que lo respaldó para el golpe de estado, quieren un incremento presupuestal de 45 por ciento.
Sí, efectivamente, los insaciables magistrados no se andan por las ramas, ya se frotan las garras y se relamen los bigotes esperando recursos por 400 millones de pesos, 125 mdp más de los que se metieron este año cuando ejercieron 275 mdp destinados a sus millonarios sueldos, para dilapidar combustible, consumibles, comidas y otras tantas cosas que no se ven redituadas en la impartición de una justicia pronta, expedita y eficiente.
Jiménez dice que el dinero adicional sería para atender los rezagos y pendientes que tienen (entre ellos sus incrementos salariales), así como las nuevas obligaciones legales asignadas que supuestamente les cuestan $$ mucho.
La realidad -ya lo trataremos en su momento a detalle- es que esas nuevas atribuciones que tienen simplemente han servido de pretexto para seguir con sus abusos y gandallez, en algunas nuevas áreas como en el Tribunal de Justicia Administrativa, esa misma camarilla se sirvió en charola de plata de puestos y recursos.
PARA RECORDAR
En el Presupuesto de Egresos del 2018, el anexo 42 “costo mensual promedio de remuneraciones brutas”, el entonces magistrado presidente, Héctor Maldonado Bonilla tenía una percepción de 86 mil 928 pesos; pero para este 2019, el mismo rubro establece un presupuesto por 205 mil 576 pesos, NADA MÁS un incremento de 118 mil 648 pesos que ahora “diligentemente” tiene asignado Jiménez.
En el caso de los magistrados y consejeros, en el 2018 tuvieron presupuestada una remuneración por 58 mil 425 pesos, para este 2019 su incremento los colocó con ingresos de 135 mil 188 pesos; la diferencia en aumento es de 76 mil 763 pesos.
En su sueño de aumento a su presupuesto en 45 por ciento, evidentemente va un incremento a los sueldos QUE NUNCA SE REDUJERON y lo cual se pueden consultar en el presupuesto de egresos publicado en el Periódico Oficial del Estado.
Evidentemente estamos ante los magistrados mejor pagados en el país, pero también en la historia de Tlaxcala.
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