Por Mauricio Hernández Olaiz
Todos caben en Morena, de acuerdo con la filosofía de Andrés Manuel López Obrador. El entonces candidato a la presidencia le abrió las puertas de su partido a gente que salió del PRI, PRD y PAN. No obstante, el problema no fue el de recibirlos, sino el de acomodarlos.
Siendo el eterno candidato, AMLO abrió las puertas del reino un 19 de diciembre de 2016, cuando en un Mitin de Morena en Tabasco, el de Macuspana invitó a todos aquellos hartos, cansados de la corrupción, de la desigualdad, a sumarse a las filas de morena. En esa ocasión aclaró que todos eran bienvenidos, no importando si eran actuales militantes de otros institutos políticos, en esa época lo importante era sumar.
Morena fue creado el 2 de octubre de 2011 como un movimiento político y social impulsado por Andrés Manuel López Obrador, estrategia que formaba parte de su campaña presidencial para las elecciones federales de 2012. Más tarde el movimiento se constituyó como una asociación civil el 20 de noviembre de 2012. El 9 de julio de 2014 el Instituto Nacional Electoral emitió la resolución que le otorgó su registro como partido político nacional, el cual tendría efectos constitutivos a partir del día 1º de agosto de 2014. Su primer ciclo electoral fue el de 2015, cuando comenzó a recibir las prerrogativas económicas de parte del Instituto Nacional Electoral.
Morena nació como partido político con 10 principios fundamentales que, según ellos, permitirán un cambio en lo político, económico, social y cultural. Yo creo vale la pena recordarles, pues claramente muchos de los actuales morenistas, o no los conocen o ya los olvidaron.
1. El cambio verdadero del país comienza por cambiar la forma tradicional de intervenir en los asuntos públicos. (Ahí la llevan)
2. El cambio que plantea Morena es pacífico y democrático. (Esto va para aquellos que recientemente reventaron sus asambleas).
3. En Morena no hay pensamiento único, sino principios democráticos en torno a un objetivo común. (Pensamientos distintos, solo conozco el del presidente…objetivo en común lo dudo).
4. Los miembros de Morena se inspiran en la historia de lucha del pueblo mexicano. (Ni la conocen)
5. El movimiento es un espacio abierto, plural e incluyente…(¿¿¿??)
6. El movimiento reconoce su esencia en la pluralidad.
7. Los miembros del Movimiento se nutren de las luchas y movimientos sociales de México.
8. Morena forma parte de las luchas del pueblo de México en defensa de la soberanía, el patrimonio colectivo, la dignidad, la justicia, la democracia y el bienestar del pueblo
9. En Morena se trabaja para generar una nueva cultura y proteger la naturaleza y preservar aguas y bosques, junto con todas las culturas y formas de vida. (No recuerdo nada que el actual presidente, o los morenistas, hayan hecho por el medio ambiente)
10. Morena valora el conocimiento y el aprendizaje de las experiencias, tradiciones científicas y culturales propias y de otros pueblos, particularmente los de América Latina y el Caribe
Con lo anterior, para un servidor, Morena es un revoltijo sofocante de diversas fuerzas políticas, grupos sociales y personas en lo individual, de origen diverso, con historias y pensamientos muy distintos. No los une un proyecto específico. Por ello cuando discuten nunca se ponen de acuerdo.
En Morena tienen cabida fuerzas políticas de la extrema derecha como los integrantes del partido evangélico PES, que perdió el registro; de un partido como el PT que se dice de izquierda pero que cobra con la derecha y de los propios militantes de Morena, que también se dicen de izquierda, pero la confunden hasta para dar vuelta..
En Morena se han integrado militantes del PRD, que se dicen ser de centro-izquierda; o los del PRI, que son de Centro; los del PAN de centro-derecha y también los del Verde ecologista que no tiene ninguna ideología, ni la ambiental. Muchos de ellos verdaderos dinosaurios, bichos que huyeron de sus anteriores partidos ante el claro y evidente rechazo ciudadano.
Se han incorporado líderes sindicales y sociales. Algunos tienen un cierto y representativo capital político, otros sólo cuentan con su nombre (Napo). Hay también empresarios, científicos y académicos. Esta ensalada que preparó el presidente en su campaña, provoca que este partido, que nació bajo la principal premisa de ser diferente, lo que ha hecho es asemejarse cada vez más a aquel viejo PRI que tanto despreció la ciudadanía.
Las similitudes son tan claras y evidentes, que solo aquellos demasiado apasionados por su caudillo no quieren ver. En el viejo y todo poderoso Tricolor, estaban representadas todas las “ideologías”, el sindicalismo y grupos sociales. El presidente en turno, emperador Imperial por seis años, era quien decidía, manejaba y controlaba todo, ante el aplauso ensordecedor y sin cortapisa de todos los sectores
La actual configuración de Morena es una organización en la que todas las ideologías tienen lugar. Conviven empresarios ricos, muy ricos, con las clases medias y los pobres. Los que se dicen de derecha, de centro y los que se asumen de izquierda. Los muy distintos integrantes de Morena no se unen en torno a un programa, mucho menos a los famosos 10 principios que supuestamente les nutren y amalgaman, en realidad se unen a una persona, su líder, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador qué los arrastró en las urnas y los colocó donde querían. Él, en su condición de caudillo, garantiza la unidad de esa diversidad, dispone, ejecuta, no comete errores, manda abrazos a la delincuencia, amor a los anarquistas y lacrimógeno a los alcaldes. El doble racero tan Priista y tan convenenciero.
Los recientes acontecimientos en las asambleas de Morena no sorprendieron a nadie, el propio presidente invitó a su fiesta a todos aquellos puercos…cerdos…marranos que tanto criticó, por eso no se extraña esa esencia tan del viejo PRI, aderezada con la violencia perredista, la hipocresía Petista y el acompañamiento remorista del verde ecologista .
La ensalada Morena hoy se sirve en cualquier lado, pese a que es amarga para el gusto objetivo, pero dulce y deliciosa para sus seguidores, la mayoría convenencieros.
Y es que hay dos tipos de militantes de Morena.
Los Menos: Aquellos que creen en la transformación.
Lo Más: Aquellos que quieren seguir vigentes y viviendo del erario.
Pero el propio presidente ya pintó su raya, “Ya no hay partido de estado”, finalmente el fin por el que creo Morena ya cumplió con su objetivo, llevarlo al poder máximo. Se deslinda del actual cochinero y más tarde que temprano se dirá decepcionado de en lo que lo han convertido, en uno más de los tradicionales y arteros partidos políticos mexicanos.
No hay sorpresas en Morena, solo sorprendidos, ante una realidad que se asemeja tanto al pasado, eso que nos prometieron más de una vez por fin erradicar.
Todos cupieron en morena, pero no todos se pudieron acomodar, por eso hoy las asambleas se tienen que reventar. La clase política mexicana no se crea ni se destruye, y aparentemente tampoco se transforma.
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