Por Edgardo Cabrera
Ocurrió el martes durante la sesión ordinaria, la camaleónica Michael subió a Tribuna a tratar de dar clases de ética, moral y honestidad a sus homólogos, pero la verdad, simplemente hizo el ridículo una vez más.
Enojada, porque aún no digiere que nadie –ni los suyos- la hayan apoyado para ser presidenta del Comité de Administración, arremetió contra el morenista Rafael Ortega, su pecado, no apoyar una iniciativa fabricada al vapor y dictaminada en tiempo récord por interés de la neopetista.
La realidad es que su proyecto no tiene pies ni cabeza, pretende “elevar” a las ganaderías de toros de lidia a “100% ecológicas” y fue dictaminada en tiempo récord por la comisión de Agricultura que ella encabeza: sólo 15 días.
De ahí que la mayoría de los legisladores no le dieran luz verde y quedara en primera lectura.
Ante la soberbia de la ex priísta, ex morenista y ex marianista ya veremos si ocurre un ¡milagro!, para que la rehagan bien.
Por cierto que al hablar en la máxima tribuna del estado, sacó a relucir una vez más el cobre del que está hecha, recordemos que semanas atrás no tuvo empacho por cachetear a un diputado que la balconeó por salirse de la sesión e irse a socializar al café de la esquina del Congreso.
Sintiéndose Noroña, claro, sin las tablas argumentativas y de oratoria, menos con el conocimiento del diputado federal, lanzó una serie de improperios:
“Diputado chingao, deje de quererse chingar todo… lo vuelvo a repetir, se quiere chingar todo”, expresó con un dejo de envidia por la actividad profesional (de torero) y empresarial (como promotor taurino) que realiza el legislador.
El gran problema de Michael es que ella no puede presumir un plumaje blanco, como Andrés Manuel, por el contrario, en eso de “quererse chingar a todos”, por el rumbo de Tlaxco semanas atrás mintió a los beneficiarios del fondo “moches” para el campo, de los cuales cuchareó los 7 millones de pesos que se autoetiquetó con el resto de los legisladores.
A su lista de benefiarios les prometió cierta cantidad de apoyos, pero a la hora de la hora les entregó la mitad o menos; ante los reclamos, la señora trató de lavarse las manos y en un acto más de cobardía, culpó al ayuntamiento y ordenó a su personal desaparecer para evadir responsabilidad y más reclamos. ¡Ah chingao!
¡Ah!, para rematar, en esos de sus incongruencias y de sus pretendidas clases deontológicas, la seño se mordió la lengua cuando le dijo a sus pares que su labor es la de LEGISLAR, efectivamente, ¡chingao!, entonces ¿porqué anda usted entregando apoyos “a modo” para el campo y obras de infraestructura?
PREOCUPADOS
En Morena algunos andan muy preocupados y ocupados en abrir un nuevo frente, ahora contra la diputada federal Claudia Pérez, ya que no la quieren ver en las boletas en 2021.
Fieles a su costumbre del golpeteo y el insulto, montaron una campaña para atacarla, principalmente al cuestionar su excelente relación con el coordinador parlamentario, Mario Delgado, ya que piensan que de llegar a la dirigencia nacional del partido le entregará en automático la candidatura a la presidencia municipal de Tlaxcala.
La realidad es que si algo tiene la juez con licencia es que al lugar que llega se pone a trabajar incansablemente, recordemos que en el PAN a varios grupos les hizo la vida de cuadritos porque se salía a talachear día y noche para conquistar espacios; en el TSJE hasta los magistrados le tenían respeto porque lejos de la grilla interna se puso a trabajar e invirtió en su profesionalización.
Ahora como diputada federal, no por nada Mario Delgado la tiene como una de sus asesores de cabecera en materia legal, pero no sólo él, mantiene excelente relación con los senadores Ana Lilia Rivera y Joel Molina, así como con el director de canal Once, José Antonio Álvarez Lima.
Lo anterior, obviamente ha generado celo político, ¿de quiénes?, pues de aquellos que en lugar de sumar van restando aliados por sus continuas traiciones.
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