Por Edgardo Cabrera
Desde hace al menos cuatro meses partidos políticos de oposición instalaron una mesa política para analizar las posibles rutas para las elecciones del 2021.
En dichos trabajos participan PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y eventualmente han invitado a perfiles afines al PT, PAC y el PRI.
Hasta donde sabemos, la intención es que antes de terminar el año cada uno de los participantes plantee el nombre de un personaje que impulsen sus fuerzas políticas para la elección por la gubernatura en 2021.
No hay nada nuevo, dicho método lo han efectuado en procesos anteriores y en esas ocasiones las dirigencias nacionales han metido las manos para romper los acuerdos que pactan las dirigencias estatales.
Recordemos que en el pasado proceso por la gubernatura en dicha mesa el PAN planteaba a Adriana Dávila como candidata, en tanto que el PRD a Lorena Cuéllar, mientras que el PAC se pronunciaba por Serafín Ortiz.
Al final, la falta de concensos y los intereses nacionales derivó en que se saliera el Sol Azteca de los acuerdos y se fuera con su propuesta a jugarla solitariamente con los resultados que ya sabemos.
Con dichas malas experiencias y resultados, si ahora en realidad quieren ganar, deberían pensar seriamente en que la mesa política de los partidos de oposición tendría que afianzarse y sacrificar egos o caprichos, algo que se antoja complicado con personajes como el panista Pepe Temoltzin quien ya sugirió meter a perfiles de Morena a las negociaciones, a pesar de que el objetivo es precisamente integrar un bloque competitivo frente al partido en el gobierno federal.
HASTA EL 2020
En tanto que en Morena, y luego de que la Sala Superior del TEPJF ordenara reponer todo su proceso de renovación de las dirigencias estatales y nacional, se acordó que será hasta mediados del próximo año cuando efectúen un nuevo intento por elegir a sus nuevos líderes.
Para este 30 de noviembre celebrarán una sesión extraordinaria del Consejo Nacional para informar de los acuerdos, algo que se supone que ya pactaron la presidenta del partido Yeidckol Polevnsky, y su adversaria, Bertha Luján, presidenta del Consejo.
Para el caso de Tlaxcala eso significa que seguirán los senadores Joel Molina y Ana Lilia Rivera con las riendas de Morena, a pesar de los berrinches de los lorenistas a quienes ya se les queman las habas por repartir candidaturas para el 2021.
AHORA SÍ
Luego de inconformidades que llegaron a instancias de justicia partidista, al parecer ahora sí el PRI estatal se alista a la renovación de su dirigencia estatal.
Una primera fecha tentativa para celebrar su Consejo Político sería el 24 noviembre, mediante el cual la cúpula tricolor definiría el método y los plazos para desarrollar el proceso.
Aunque no hay mucho que moverle ya que una vez desarrollado su Consejo correría máximo un mes para efectuar la elección que seguramente será mediante sufragio de los consejeros, cerrando así la puerta a una consulta a las bases que podría ponerlos en predicamentos por inconformidades de grupos antagónicos al menismo.
Todo será de mero trámite ya que el virtual dirigente estatal es el ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Noé Rodríguez Roldán, quien se mantiene oculto luego de que se auto destapara para el cargo.
Por cierto que para este proceso, el tricolor -si realmente le interesa ser competitivo para el 2021- tendrá que aplicarse y curar heridas que aún no se cierran; hasta donde sabemos, existen varios consejeros estatales que podrían formar un frente común y no presentarse a ninguno de los consejos estatales para poner en riesgo el quórum.
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