Por Edgardo Cabrera
Mientras la imagen de los diputados locales y magistrados está por los sueldos, quienes cobran como titulares de (in) comunicación de ambos poderes dan rienda suelta al protagonismo para tratar de aliviar sus frustraciones.
En el Congreso, David Rodríguez y su hooligan, Hugo Sánchez, estrenaron programa en la radio y ellos son las vedettes, buscan sus 30 minutos de «fama», añorando su pasado reporteril, por cierto bastante gris y utilizado sólo para buscar chambas.
Al igual que algunos de sus patrones (as), no saben leer, y aunque tratan de dar cátedra de periodismo (ajá) y de leyes (ja ja), sus tropiezos son constantes, no solo eso, al intentar entrevistar a los legisladores derraman miel sin informar nada.
Y mientras juegan a la radio, ¡ah! y a la televisión también (porque de igual forma son protagonistas de otro espacio), el Congreso se encuentra sumido en el escarnio público por temas como los moches de Mayra, y es que evidentemente ignoran temas tan básicos como el manejo de crisis y hasta lectura y redacción.
En la misma situación se encuentra Víctor Ávila, no me cabe duda que es buena persona, sin embargo su protagonismo también fue llevado a la radio donde conduce un “espacio judicial” con el que pretende comunicar las acciones que realiza el TSJE.
En ambos poderes evidentemente no hay estrategia ni idea, pierden de vista que comunicar va más allá de construir mensajes y de tratar de justificar su chamba con programitas mal hechos.
SOSPECHOSO
En la mira se encuentra el síndico de Tlaxco, y no es para menos, en diciembre las finanzas del ayuntamiento colapsaron, incluso funcionarios y empleados de confianza no cobraron, ya que tuvieron que cubrir laudos millonarios.
Suman 8.8 millones de pesos pagados por el gobierno municipal por 31 laudos laborales, cifra histórica, y si bien se acordó cubrir el dinero en parcialidades, al cierre de 2019 tuvieron que finiquitar el total de los montos.
En todo esto resulta sospechoso que José Amador Márquez, como representante legal de la comuna, nada más no gane ningún juicio, por el contrario, pareciera que hace todo lo posible por perder.
Aunque la mayoría de los asuntos fueron heredados, algunos datan de hasta 15 años, es con la administración de Gardenia Hernández que se han dejado perder convirtiéndose en laudos impagables, todo por la evidente incompetencia, cerrazón y terquedad del síndico.
Si bien Amador Márquez carece de estudios profesionales, pese a sus limitaciones de conocimiento se niega a recibir asesoría legal, eso sí, religiosamente cobra su sueldo.
Sabemos que el cabildo, desde el año 2017, le ofreció la contratación de abogados especializados en derecho laboral, así como el apoyo de los legistas que se encuentran laborando en el Gobierno Municipal. La respuesta siempre fue evasiva, justificando su autonomía.
Por cierto, aunque el cabildo le requirió un informe, el pasado 13 de noviembre, es la fecha que Márquez López no da a conocer la situación de cada uno de los juicios laborales, ya que aún hay más en litigio; pero con dicho antecedente, segurito que también los van a perder, sospechoso, ¿no?
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