Por Edgardo Cabrera
Las protestas de la semana pasada de alumnos de la UAT que concluyeron en una marcha, son históricas, de eso no cabe duda.
La causa es legítima, denuncian acoso de profesores y por dicha razón cuatro mentores fueron suspendidos y son investigados, en tanto que al menos otros 7 enfrentan señalamientos por la misma razón.
El rector Luis Armando González Plascencia, de quien destaca su paso por la Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México, no dejó correr el tiempo, reaccionó oportunamente a las primeras manifestaciones ocurridas en la facultad de Amaxac; pero también, tras la marcha salió a dar la cara a los alumnos y no privilegió las salutaciones, dado que la protesta llegó hasta el CCU donde rendía su informe de labores.
En entrevista en Mesa de Redacción, González Plascencia aseguró que no se tolerarán las agresiones de ningún tipo a los estudiantes por parte del personal universitario, tampoco entre los propios alumnos, pero aclaró que tampoco se violentarán los derechos laborales ni de defensa que tenga los acusados, por lo que se abrirán las investigaciones correspondientes y de ser necesario se presentarán las denuncias penales.
El movimiento viene alimentado por acciones similares que se realizan en universidades y escuelas de varias partes del país, las más sonadas son las de la UNAM y Puebla, pero hay más y los detonantes son desde el acoso escolar y el freno al abuso contra las mujeres, hasta la inseguridad.
Para el caso local, las denuncias no son nuevas, por años han existido señalamientos en contra, no solo de profesores, también de personal administrativo y de los directivos, quienes no únicamente han sido señalados por chantajearlos por calificaciones o trabajo a cambio de “favores” sexuales, también por utilizarlos con fines electorales.
Pareciera que la UAT vive un proceso de liberación interna, en pasadas rectorías no solo el temor, también las conveniencias hacia los grupos Ortiz y Vázquez Galicia, propiciaron un clima de control interno.
Pero al igual que como comenzó, el movimiento podría apagarse espontáneamente, aunque también ser capitalizado por la comunidad estudiantil para propiciar cambios estructurales.
También hay riesgos, el principal, que sea desviado a proyectos políticos, no hay que perder de vista que el mismo día de las protestas el ex rector y ex gobernador Héctor Ortiz apareció muy sonriente e inmutado, pareció disfrutar el espectáculo.
ACOSO JUDICIAL
A colación del tema, de cara al paro de mujeres programado para el próximo lunes en protesta por la violencia de género en todas sus formas, el presidente del TSJE, Fernando Bernal Salazar se pronunció contra la corrupción y el acoso laboral
Fue durante el homenaje cívico del lunes que el magistrado lanzó la advertencia que fue bien recibida por los empleados del poder judicial.
En eso del acoso, los relevos en el Consejo de la Judicatura vienen a aliviar el malestar de las trabajadoras, recordemos que varias denunciaron ser víctimas de hostigamiento sexual de un pervertido que desde que llegó al TSJE hizo de las suyas, sin embargo, nunca actuaron en su contra, por el contrario, lo encubrieron.
También a ese mismo órgano llegaron quejas de explotación laboral, ya que mientras a los recomendados y familiares de magistrados o jueces se les trata con pinzas y se les tolera su huevonería, a la tropa la ponen a trabajar y sacar lo que no hacen los aviadores.
En cuanto a la corrupción, bueno, basta revisar contratos y concesiones que se otorgaron por compadrazgo o cochupos, al menos dos de esos se frenaron (en materia de limpieza y seguridad) ya que estaban planchados por el anterior presidente.
Ahora solo resta que el resto de los magistrados le entren y se sumen al llamado del presidente Bernal, porque la realidad es que desde arriba es donde se descompone todo.
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