Por Fernando Tamayo
En plena contingencia la problemática de las autoridades no solo tiene que ver con hacer el llamado a la ciudadanía a permanecer en casa a pasar de las dificultades que ello conlleva.
Ahora debemos sumar las discrepancias que existen entre distintos órdenes de gobierno, particularmente entre la Federación y los Estados, derivado, de las diferencias entre número de personas contagiadas por COVID-19 y fallecidos por causa de dicho virus, situación ha ha dejado en evidencia que la estadística no cuadra entre lo señalado por el Sub-Secretario Hugo López Gatell y lo informado por diversas Entidades como el caso de Baja California.
Y es que pudiese pensar que estas pugnas se tratan de asuntos políticos propios de toda democracia, sin embargo, genera mayor suspicacia cuando el mandatario Jaime Bonilla es uno de los Gobernadores pertenecientes a MORENA y consentido, según argumentan, del Presidente de la República.
Derivado de lo anterior resulta curioso que un mandatario tan cercano al Gobierno Federal arremeta contra este mismo. Los datos, sin duda, no son el problema sino la evidencia clara de que entre Federación y Estados no hay comunicación directa y transversal lo cual debe preocupar, pues la atención a esta problemática de salud y su solución radica principalmente en la comunicación y organización que debe haber entre los distintos órdenes de gobierno.
Así y solo así se explica que más de un mandatario, sea o no del partido en el poder, se haya manifestado ya por exigir al Gobierno Federal la entrega del equipo, suministros y herramientas necesarias para hacer frente a la pandemia, y que ante tal desatención, más de uno ya haya solicitado romper el pacto fiscal federal.
La crisis al interior del Gobierno Federal no solo parece ser de sanidad, sino ahora parece sumársele una política que puede resultar más fatal que la propia de salud. Hoy más que nunca nuestras autoridades deben entender, les guste o no, que es momento de sumar voluntades y si la administración federal ha cometido errores no solo en las cifras sino en la toma de decisiones y circunstancias que ello implica aún puede corregir el rumbo. De lo contrario los resultados en todos los órdenes serán sumamente negativos para todos los mexicanos son importar nivel económico, preferencia política o cualquier otra diferencia que pudiésemos tener. Al tiempo.
Desde la barrera
En eso de los datos dados por López Gatell resalta sin duda el cumplimiento mínimo que los tlaxcaltecas han hecho de quedarse en casa. Ya sea por necesidad, por incredulidad o por necedad la realidad es que somos el Estado que menos ha cumplido este mandato federal. Los resultados también lo muestras las propias estadísticas el porcentaje de fatalidad en nuestra Entidad se encuentra por arriba de la media nacional. Urge generar otros mecanismos para la salvaguarda de todos los que habitamos este Estado.
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