Peje tuvo 18 años para llegar al poder y busca 6 años para echar la culpa a gobiernos pasados; en Tlaxcala ya habían dado apoyos antes de que llegaran

Por José Luis Ahuactzin 

La 4T se convirtió en un gobierno de apariencias iniciando por el presidente y concluyendo con los gobiernos y congresos estatales de mayoría morenistas.

Ante tanta incongruencia y un bajo nivel de popularidad, le urge un cambio de timón para mantener un gobierno en el derroche, el paternalismo, la simulación, la crisis; por lo que ha puesto en marcha la maquinaria al viejo estilo del PRI, donde el autoritarismo y la cerrazón es su principal sello.

Dice que lucha contra la corrupción, pero libera presos; crea la Guardia Nacional para enfrentar al crimen organizado y se reúne con la mamá del capo más buscado en los Estados Unidos, después de Osama Bin Laden, por cierto recluido y sentenciado.

Ofrece créditos a microempresarios, pero ya tenía su propio padrón con fines electoreros, y la lista sigue y sigue…

En Tlaxcala, sus súbditos hacen lo propio: lo electorero, porque si de ayudar se trata, solo es atole con el dedo.

La seño del PT, del mote «todo terreno» usa la imagen del Congreso, se pasa por alto la Constitución que prohíbe el manejo de la imagen fines políticos electorales, pero valiéndose de un cinísmo coloca un display publicitario al momento de entregar una mísera despensa para la foto y el vídeo, para promocionarse en redes sociales.

En eso de la reforma al Código Penal para evitar agresiones a trabajadores de la salud fue una simulación de los morenistas, porque primero debían quedar bien con el electorado, antes de dar la puñalada con la pronación de Ley de Amnistía, que prevé abrir la puerta de los centros de reclusión para dar la salida a convictos.

¡Lo único que falta es que les pidan perdón por haberlos recluido y sentenciado!

Por si fuera poco, las cuentas públicas a estás alturas ya están más que acordadas cuáles pasan y cuáles se negociarán para aprobar o reprobar del ejercicio fiscal 2019; solo fue simulación el aplazamiento.

Recordemos que en el 2019 se creó el primer fondo moche, que dejó buenas partidas financieras y hasta negociaciones de acarreo para crear nuevos partidos políticos, a cambio de aprobar sus gasto financiero anual.

Es decir, que quienes le entraron a la corrupción con la 4T, sí esos que luchan por erradicarla, ya tienen el pase directo sin que doña Chabelita meta las manos para perjudicarlos. 

¡Qué tal, eh!