¿POR QUÉ SE ESPANTAN?
Por Edgardo Cabrera
Es tal la desfachatez de quienes detentan el poder en el Bienestar Tlaxcala, así como de sus “chilindrinos-bots”, que de plano nos recriminaron revelar la contratación de los hijos de operadores políticos y funcionarios de la delegación, en la misma delegación.
Me explicó: a la señora que cobra como coordinadora de programas federales y a sus matraqueros no les gustó que salieran a relucir los nombres de Aldo Hernández y Lucero Morales, quienes están integrados en la nómina de gobierno federal.
Aldo es hijo del ex dirigente estatal del PAN Sergio González Hernández, y Lucero, hija de Vicente Morales, ex alcalde de Hueyotlipan y compañero de legislatura local de Lorena Cuéllar.
El caso de Sergio y su hijo es el que más llama la atención, para empezar, Aldo Hernández Romero fue designado “enlace” en el Centro Integrador del Bienestar de Texoloc, de donde es oriundo y de quien trasciende, tiene la intención de participar en el proceso electoral de 2020.
En tanto que el padre se ostenta como “enlace del despacho de la delegación”, incluso figura en primer plano en conferencias de prensa con la delegada y con otros funcionarios del Bienestar, sin embargo, el cargo que detenta no aparece en el directorio oficial de la dependencia, es más, en reiteradas consultas a las páginas: “servidorespublicos.gob.mx” y “nominatransparente”, donde se supone se concentran los datos de todos los empleados federales, su nombre no está, hablamos, incluso -nos dicen abogados consultados- ante la posible comisión de un delito al usurpar funciones y disponer de bienes federales (como autos oficiales, insumos y recursos).
Ante la evidencia y la falta de argumentos recurrieron a lo de siempre: la descalificación, aunque en esta ocasión, también a algunos cínicos comentarios como el de: ¿porqué se espantan?, “en todos los gobiernos es igual”.
El asunto es que ellos prometieron ser diferentes, no repetir las malas acciones de los anteriores, ni las malas prácticas, menos utilizar los puestos con fines propagandísticos y electorales, en los hechos, son peores.
BUENA NOTICIA
En medio de malas noticias y de la brutal caída de la economía en el país, que incluye la pérdida de miles de empleos, en Tlaxcala los artesanos recibieron una buena.
Resulta que, para tratar de aliviar su falta de ingresos, el patronato de la Feria de Tlaxcala anticipó que otorgará espacios gratuitos para la expoventa de sus productos.
El anuncio del presidente del patronato, Toño Carvajal, se dio en una entrevista en la cual también adelantó que los festejos anuales de la entidad se prevén realizar del 29 de octubre al 23 de noviembre, bueno, siempre y cuando prosperen las medidas actuales para frenar la pandemia.
Por cierto, Puebla pretende empatar su feria anual con las fechas de Tlaxcala, luego de que fueran cancelados sus festejos de mayo ante el Covid-19, eso sin duda significaría un golpe para nuestro estado, de ahí que, trasciende, ya se analizan acciones políticas e incluso legales para evitar eso.
CANCELACIONES
A colación de las ferias, en riesgo de cancelación se encuentran los festejos anuales de Chiautempan, Huamantla y Tlaxco.
La del Sarape de Chiautempan es la primera en el calendario, prevista para julio, sin embargo, ante el alargamiento de las medidas de distanciamiento y confinamiento hacen imposible amarrar contratos para los espectáculos, por lo que ya se plantea replantear la fecha o de plano posponer hasta el 2021.
Para el caso de Huamantla y Tlaxco, previstas para agosto, la incertidumbre también priva, ya que, si bien se espera que para ese mes la sociedad ya esté reintegrándose a sus actividades, también es verdad que las medidas sanitarias pueden alterar los programas, en tanto que la crisis económica modificaría también la inversión para la organización, mientras que celebraciones como la “huamantlada” o corridas de toros, podrían ser de plano canceladas ante el riesgo de contagios.
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