TORPEZA
Por Edgardo Cabrera
Con el pretexto de anunciar la cancelación de la temporada de avistamiento de luciérnagas, la secretaria de Turismo, Anabel Alvarado evidenció urgencia de reflectores y protagonismo.
En la conferencia de prensa donde apareció se hizo acompañar de al menos 15 personas, entre funcionarios, alcaldes y militares, que le sirvieron de floreros en su escenografía; ni los secretarios de Salud o Educación han recurrido a ese tipo de montajes para anunciar asuntos más importantes en materia de Covid-19.
Evidentemente a la priísta le urge empezar a figurar, no dudamos que tenga aspiraciones electorales para el 2021.
Sin embargo, resulta una torpeza hacerlo así, máxime cuando al ser cuestionada por temas como el futuro de la Feria de Tlaxcala hable sin tener información, porque también nos dicen, no quiere ver ni en pintura al presidente del Patronato, Toño Carvajal, ya que lo ve como una competencia para el próximo año.
CIVILIDAD
Mientras desde el pedestal presidencial se apuesta a la confrontación y la polarización, a dividir al país entre conservadores y liberales, en Tlaxcala el viernes se reunieron dirigentes de partidos políticos y el gobernador Marco Mena para llamar a la unidad del estado en pro de su población.
Acudió el bloque oficial, así como el opositor.
Ahí estuvieron lo mismo, los eternos dirigentes partidistas, que aquellos que aún no pueden resolver los problemas internos de sus fuerzas políticas, o quienes acaban de estrenar franquicia, pero que son veteranos y colmilludos personajes que, elección con elección, aparecen ante los reflectores.
Todos salieron satisfechos, ninguno expresó lo contrario, se rompió el hielo de una reunión solemne, a un encuentro ameno.
Al finalizar, hubo quienes, como Manuel Cambrón del PRD, que aplaudieron la iniciativa, así como la labor del gobierno estatal frente a la pandemia de la Covid-19, aunque también reveló que se trató el tema electoral del 2021, y su partido planteó un pacto de civilidad, ojalá que se concrete, aunque se ve difícil.
También hubo pronunciamiento de Morena por parte del encargado del despacho del partido en Tlaxcala, Joel Molina, quien se dijo solidario con las acciones emprendidas por la administración de Marco Mena, aunque también expresó que se solicitaron más acciones a favor del sector productivo.
Mientras que el partido oficial en el estado, el PRI, por medio de su líder Noé Rodríguez, aplaudió la iniciativa del gobernador al ser ejemplo de unidad.
Y la realidad es que, a un año de la elección, en medio de la pandemia y con el llamado del presidente López Obrador a “romper el miedo” y salir “poco a poco”, se requiere que todos los sectores pongan de su parte para trabajar en unidad ante los problemas que seguramente crecerán en materia sanitaria y económica.
MAL EJEMPLO
Mientras desde el Ejecutivo estatal se llama a la unidad, en el poder Legislativo muy lejos están los diputados de dejar de lado sus diferencias.
El revés que sufrió el bloque de 11 congresistas quienes acusaron violencia política en razón de género, al ser separadas de órganos internos del Congreso local, recurso desechado por el ITE, anticipa una nueva batalla legal.
De entrada, acusan que el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones no se apegó a derecho y no analizó a fondo la queja promovida, por lo que mantendrán su disputa con el otro bloque.
Y en tanto siguen con sus disputas internas, lejos se ve que hagan algo a favor de los ciudadanos a los que representan y sin perseguir un fin personal.
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