Se ponen de rodillas ante la inminente llegada de Mario Delgado
Tras haber golpeteado políticamente al grupo de Mario Delgado Carrillo en Tlaxcala y oponerse a que las encuestas fueran abiertas para que los más de 30 millones de votos que tuvo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2018, fueran considerados para los sondeos en los que se elegirá al nuevo dirigente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Ana Lilia Rivera Rivera, Joel Molina Ramírez y Claudia Pérez Rodríguez, se fueron a postrar con el inminente triunfador, Mario Delgado Carrillo.
El senador suplente, Joel Molina posteó en sus redes sociales una imagen junto a Mario Delgado, Claudia Pérez y Ana Lilia Rivera en la que presume "unidad y protagonismo", aún cuando fueron sus más ferreos detractores de que fuera la gente quien tuviera la oportunidad de elegir a quien dirigirá a MORENA en las próximas elecciones en las que medio país elegirá diversos cargos de elección popular.
Específicamente Ana Lilia Rivera y Joel Molina del grupo de Ana Bertha Luján, buscaron con un padrón rasurado de afiliados, imponer a sus consejeros el pasado 20 de octubre para cumplir con los intereses lujanistas, dejando afuera a militantes y aquellos simpatizantes que los llevaron a la curul en la que ahora se sientan y se despachan.
La intentona del grupo de Luján Uranga, no prosperó y además de la recomendación del presidente de la República, fue el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el que determinó que la encuesta fuera abierta para todos aquellos que llevaron a MORENA al poder y no sólo con el sectarismo.
Ahora que ven el inminente arribo de Mario Delgado debido a que en todas las encuestas tienen una amplia ventaja, este grupo ahora presume unidad al ver que el lujanismo tuvo un fuerte revés que los pone en una situación bastante complicada.
Finalmente, Joel Molina deberá transparentar el manejo de los más de 17.3 millones de pesos que recibe MORENA en Tlaxcala del erario público, mientras siga como encargado.
La llegada a la dirigencia nacional de Mario Delgado, pone en serios aprietos a quiénes bajo el argumento de ser senadores repartían a diestra y siniestra las candidaturas para las próximas elecciones.
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