2220
18 De Marzo - 2021
Por Edgardo Cabrera
Desapercibido pasó para la mayoría de la clase política el primer año de pandemia en Tlaxcala, y dado el relajamiento de la sociedad, pero también ante la apremiante situación económica y las calenturas electorales, se ve difícil que en este 2021 podamos levantar bandera blanca en la entidad y presumirnos libres de Covid-19.
Al día de hoy suman 2 mil 220 muertos a causa del coronavirus SARS-CoV-2 en el estado, son miles de historias de familias enlutadas y golpeadas por la enfermedad.
Nada más para tener una referencia de la gravedad de nuestra situación, en todo el país de Japón las defunciones por Covid-19 suman 8 mil 682, hablamos que Tlaxcala registra una cuarta parte de las muertes de toda una nación cuya población es de 126.4 millones de personas, casi el mismo número que en México donde somos 128.2 millones.
Y hay nombres emblemáticos de las víctimas mortales dentro de los políticos, ahí está el senador morenista Joel Molina, el secretario de Educación y priísta Florentino Domínguez, así como dos alcaldes, el independiente de Mazatecochco, José Esteban Cortés, y el ecologista de Amaxac, Faustino Carín.
Pero hay cientos que quizá no eran figuras públicas, pero fueron parte esencial en sus familias: abuelos, padres, madres, hijos, hijas, en fin.
Si bien fue hasta el 25 de marzo cuando se confirmó el primer caso positivo de contagio en Tlaxcala, y el 9 de abril el primer muerto, el 17 de marzo de 2020 empezamos un confinamiento que al día de hoy, y pese a las decenas de contagios diarios y las defunciones de cada día, ya no podrá lograrse en la misma medida de hace un año, por varias razones, entre ellas, las campañas electorales, el hartazgo al encierro, las necesidades económicas y hasta la pérdida de miedo.
Por lo pronto, solo resta reiterar el pésame para las miles de familias que han perdido a uno o varios seres queridos.
CHAPULINES COLORADOS
¡Ahora quién podrá ayudarnos!, fue la exclamación de más de uno de los 25 diputados propietarios que el martes tuvieron una encerrona en conocido hotel ubicado en Tizatlán.
Y es que apenas les cayó el veinte que entre los muchos pendientes legislativos que tienen, hay algunos que solamente ellos, los propietarios, pueden resolver, más no sus suplentes.
El asunto es sencillo, los 25 traen fuertes compromisos políticos y hasta económicos, no pueden desatenderse de ello y varios ya fueron emplazados a cumplir su palabra y los tratos que habían signado.
No vamos lejos, en estos momentos el tiempo les apremia para destrabar la designación de magistrados en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, son tres, y de los tres no llevan ninguno por su torpeza política.
Por eso el llamado que les hizo la presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, Luz Vera, al cónclave con los diputados propietarios a fin de tratar de lograr acuerdos, destrabar los pendientes y, sobre todo, cumplir sus compromisos, tanto con el Ejecutivo, como con la aspirante morenista a la gubernatura a quien sus correligionarios le han jurado resultados.
Del citado encuentro, llamó la atención que de la decena que abandonó la curul ya en pos de una candidatura, muy pocos dijeron “confiar” en sus suplentes, de ahí que hay quienes piensan chapulinear entre la licencia al cargo y su regreso para algunas sesiones legislativas que son cláves para desahogar los temas “delicados”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario