Sin Censura
Gabinete; la otra campaña
Por Juan Luis Cruz Pérez -julio 6, 2021
El equipo de la gobernadora electa, Lorena Cuéllar Cisneros, vive ya la otra campaña y esta es, quizá, la más cruenta y hostil, porque se gesta entre amigos, compañeros y camaradas, y todo por formar parte del erario estatal.
El grupo de quienes la apoyaron para ganar el pasado 6 de junio a la candidata de Juntos Haremos Historia en Tlaxcala, -aunque algunos, en verdad, hicieron muy poquito-, se sienten con derecho de formar parte de lo que será el próximo gabinete estatal.
Para ello, muchos ya iniciaron la otra campaña. Ávidos de reflectores, tratan de promoverse ante la mirada de quien, a partir del próximo 31 de agosto despachará en Palacio de Gobierno, y en cambio, hacen campaña negra para sus adversarios.
Algunos de ellos, ya han recurrido al viejo modelo priista de desatar los rumores del ungido; han dejado correr la especie, cargados de lisonja y mucha zalamería, de que ellos son los buenos para ocupar tal o cual dependencia de la administración estatal.
Se les olvida que, en materia de gabinete, mientras menos suene tu nombre para ocupar un espacio, es mucho mejor.
Sin embargo, sus ansias les hacen cometer muchos yerros; no pierden la mínima oportunidad de atacar a quienes, hasta hace tres semanas, eran sus aliados en la búsqueda de la victoria, pero ahora los ven como adversarios en la pugna por formar parte de lo que será el próximo gabinete estatal.
Es más, si por ellos fuera, las diversas áreas de la administración pública ya hubieran sido repartidas entre los cuates.
¿Y las capacidades? “Esas pueden esperar; total, nadie nace sabiendo”, seguramente dicen.
En su imaginario, en su concepción, ellos ya sudaron la playera; ya gastaron suela, saliva y sudaron lo suficiente en la campaña para tener los méritos para ser ungidos.
Otros, ya aportaron su conocimiento; sus ideas, su estrategia, sus amigos, su capital político y otros más hasta el financiero.
Todo eso, en su corta idea, es suficiente para ser el ungido y ocupar algunas de las secretarías, como la de Planeación y Finanzas, Desarrollo Económico, Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda; de Educación Pública; de Salud; de Comunicaciones y Transportes; de Fomento Agropecuario; de Turismo; de Políticas Públicas y Participación Ciudadana, o bien, ser el próximo titular de Procuraduría General de Justicia, u Oficialía Mayor de Gobierno, entre otras áreas de la administración pública.
Con esa visión, la rebatinga por formar parte del próximo gabinete estatal está a todo lo que da en el bunker de la gobernadora electa.
Y como en política no hay sorpresas, sino sorprendidos, muchos de los que se sienten seguros de llegar a formar parte de esa estructura se pueden quedar con las ganas.
Deben saber que, en la integración del gabinete, no solo el mérito de haber sudado la camiseta será tomado en cuenta; la gobernadora electa, seguramente, ponderará capacidades técnicas y conocimientos requeridos para cada secretaría y área de la administración pública; currículo, historial, relaciones, capacidades, y otras muchas cualidades.
Quienes se pelean ya, en la otra campaña, deberán comprender sus limitaciones y capacidades.
Deberán comprender que ganar la elección, por poner un ejemplo, es como haber jugado o pertenecido a un equipo de la liga de acenso o segunda división que conquistó el derecho a jugar en la primera división o en las grandes ligas, pero muchos se quedarán en el camino, porque gobernadora electa necesitará de otros jugadores, con mejores capacidades y cualidades, para llevar a buen puerto a nuestro querido Tlaxcala.
Sin embargo, la otra campaña está a todo lo que da; nadie quiere quedarse afuera de esa lucha por formar parte del próximo gabinete estatal.
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