Sin Censura
Inició la desilusión
Por Juan Luis Cruz Pérez -septiembre 24, 2021
Apenas han asumido el cargo y ya empezaron a romper los corazones de su base social, de los electores que los llevaron al triunfo, quienes advierten, con tristeza y hasta enojo, que las promesas de campañas solo fueron ardides para acceder al poder, pero que no cumplirán. Con eso ha empezado muy pronto la desilusión en torno a las nuevas autoridades.
Aunque no han cumplido ni un mes detentando el poder público, las autoridades municipales ya enfrentan conflictos; los inconformes no solo son los detractores y adversarios de la pasada campaña; a ellos se les han sumado el pueblo e incluso, algunos de los que fueron parte del equipo que los llevaron a la victoria.
Además, las diferencias al interior de los propios cabildos, aderezadas por la incapacidad y cerrazón, así como los intereses personales y de partido en los cabildos, han llevado a la mayoría de los ayuntamientos a tener los primeros desencuentros.
La integración del gabinete, designación de comisiones, las asignaciones de áreas y direcciones, así como el otorgamiento de empleos, han sido acciones que han dinamitado las relaciones al interior de los cuerpos edilicios.
Eso ha llevado a los munícipes que tener confrontaciones y divisiones que seguramente complicarán el ejercicio de la función pública.
Ahí están los casos de Comunas como Tlaxcala, Huamantla, Mazatecochco, Xicohtzinco, Totolac, Tequexquitla, Panotla, Tepetitla, Papalotla, Zacualpan, Quilehtla, entre otras, en donde las diferencias y los conflictos han dinamitado las relaciones internas.
Eso, más todas las promesas de campañas, algunas exageradas que los mismos equipos de las autoridades saben que van a incumplir, generan ya la desilusión de los gobernados.
Los munícipes llegaron al poder cargados con altas expectativas, generadas a lo largo de sus precampañas y las campañas constitucionales
Es verdad que a menudo sólo existe una relación tenue entre lo prometido y lo cumplido, pero la mayoría de los ciudadanos ya están atentos a reclamar las promesas sin concretarse, y hoy como nunca, parece que la factura la cobrarán en muy corto plazo, porque el beneficio de la duda del inicio de sus gobiernos fue muy débil y de cortísimo plazo.
Ya desde El Manual del Candidato Quinto Tulio Cicerón, advierte que quienes buscaban un cargo público en la antigua Roma incurrían en la falsa promesa, esa que al final desilusiona al electorado: “Siendo la naturaleza humana como es, todos los hombres prefieren una promesa falsa a una negativa absoluta. Lo peor es que el hombre al que le has mentido puede enfurecerse. Si haces una promesa, el riesgo es incierto, a mediano o largo plazo y con pocos efectos. Pero si das una negativa puedes estar seguro de que ofenderás a muchos y al mismo tiempo”.
Bernard Baruch, un especialista norteamericano en elecciones y campañas, advierte a la ciudadanía que “Vote por el hombre que promete menos; es el que lo desengañará menos”.
Pese a la conciencia social que ya existe sobre el constante y común mentir de las autoridades, hoy más que nunca, la sociedad ya vive una desilusión, misma que se acrecienta, por lo que parece que no está dispuesta a tolerar mucho a sus nuevas autoridades.
Ante ello, los bisoños munícipes tendrán que poner más que discursos y talento, para mantener la esperanza de llegar a buen puerto a sus administraciones, porque el camino para que lleguen hasta el mes agosto del año 2024 pude ser tan sinuoso y amargo como ellos mismos se lo aderecen.
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