Sin Censura
¿Ruptura o complicidad?
Por Juan Luis Cruz Pérez -noviembre 22, 2021
La luna de miel que se vive tanto al interior de la LXIV legislatura local, como entre diputados y la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, parece que ya tiene fecha de caducidad y será cuando decidan aprobar el presupuesto de egresos del año 2022.
El punto de quiebre será la definición del llamado fondo moches, esa bolsa de recursos que los ex diputados locales crearon y usaron para beneficios personales, para pavimentar aspiraciones electorales y que los actuales congresistas, están decididos a no perder.
La aprobación del paquete económico será el punto de quiebre de las relaciones entre diputados, entre bancadas y al interior de los grupos parlamentarios, así como ellos con el Ejecutivo, porque muchos de los congresistas no están dispuestos a perder la oportunidad de convertirse en los nuevos ricos de Tlaxcala, esos que se reeditan con cada legislatura.
Lo cierto es que la gran mayoría de los diputados están a favor de mantener el llamado fondo moches, ese a través del cual sus antecesores, hoy, muchos de ellos premiados e incrustados en la nómina gubernamental, dispusieron de mil 290 millones de pesos para supuestas obras de infraestructura, calentadores solares, animales de traspatio, vacas, bueyes, borregos, fertilizantes, computadoras, picos, palas, carretillas, en fin, para todo lo que se les ocurrió, para justificar la asignación y manejo de esos recursos.
Pese al discurso gubernamental de que son innecesarios esos fondos, porque el presupuesto ya prevé acciones para atender las demandas sociales, los diputados, incluidos la mayoría de los congresistas de Morena, están en la idea de disponer de los recursos públicos para saciar intereses personales y en algunos casos, cumplir con proyectos sociales.
Los cuatro diputados del PT, los tres del PRI, los dos del PRD e igual número del PVEM, y los del PAN, PAC y del extinto Encuentro Social Tlaxcala, así como al menos cuatro morenistas, están decididos a dar la batalla para mantener ese fondo, el cual han tasado en al menos 500 millones de pesos; aunque la cifra puede variar.
Con la simple suma de sus voluntades podrían concretar su cometido.
Por ello, el pasado viernes, los diputados locales de Morena fueron citados y llamados a cuenta por el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, a fin de que cerraran filas en torno al manejo presupuestal.
Ante todo esto, falta ver qué dice o cómo actúa la gobernadora Lorena Cuéllar. Ella criticó esas asignaciones y hasta prometió acabar con ellas; no hacerlo y permitir que los llamados fondos moches persistan en la era del no robar, no mentir y no traicionar, sería una muestra de su debilidad y un gran descalabro que marcarían y se extendería en los seis años de su gobierno.
Al margen
Vaya crisis que vive la administración estatal en materia de seguridad y credibilidad.
Aunado a que en Tlaxcala debe combatirse a la delincuencia con charpes, resorteras, cerbatanas y a pedradas, por aquello de que 59 de los 60 municipios carecen de armamento, quien estaba al frente de esta labor en el gobierno de la nueva historia, Alfredo N., anda prófugo de la justicia o “no localizable”, para que no se ofendan.
Como ya es sabido, el ahora ex funcionario del estado se encuentra prófugo por su probable responsabilidad en la participación del delito de desaparición forzada, luego de que la tarde del sábado 20 de noviembre se constituyeran elementos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la que fungía como titular, a fin de cumplimentar la orden de aprehensión número 148/2014 por su presunta participación en el delito de desaparición forzada.
Aunque digan lo contrario, parece que alguien no hizo bien la tarea o les metieron una goliza (en términos pamboleros), pero haber contratado a un sujeto con tales imputaciones en su contra, lo cual no es cosa mejor, máxime cuando la gobernadora Lorena Cuéllar aseguró, en una entrevista con Fernanda Familiar, ocurrida el pasado viernes 19 de noviembre (Tlaxcala sí existe | Fernanda Familiar minuto 18:54), que tiene un súper equipo, con funcionarios estatales que brillan con luz propia (será por sus escándalos y ahora presuntos delitos), y que a todos revisó con lupa antes de contratarlos.
Al paso de un día, la historia cambió.
“Estoy con toda mi ilusión, con todo mi amor, estoy con un súper equipo, qué te puedo decir de ellos, los traté de escoger con lupa y hasta ahora te puedo decir todos tienen lo suyo, cada uno brilla con su propia luz y lo que les digo a cada uno que ellos es que también tienen que hacer una nueva historia, no es sólo la historia de Lorena, sino de cada uno de mis secretarios que hoy se les dio la oportunidad de crear, de realizarse, de demostrar de qué son capaces y que hoy, que son tlaxcaltecas, demuestren cuánto aman a Tlaxcala con sus acciones, con hechos y que la ciudadanía los recuerde como ese gran gobierno que vino hacer una nueva historia por Tlaxcala”.
Ahora, por el momento, parece todo lo contrario.
Veremos cómo será el manejo de esta crisis; sí el gabinete que brilla por su calidad logra articular acciones y comunica de manera asertiva esta grave situación y, ante todo, cómo recomponen el tema de la inseguridad, porque parece que ésta viene ganando.
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