El éxito de algunos es un fracaso para otros
3 diciembre, 2021 Por Martin Ruiz
El priista marianista Ángel Espinoza Ponce logró convertirse en el nuevo comisionado del Instituto de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala (IAIP), el cual prácticamente se mantendrá en esa posición durante toda la administración de Lorena Cuéllar Cisneros y un poco más, porque oficialmente dejará el cargo hasta el 31 de diciembre de 2028.
La diputada priista Blanca Águila Lima y operadora estrella del marianismo no sólo dobló a los incongruentes diputados y diputadas de Morena que dizque se la pasan hablando mal del PRI, la corrupción y de los ex gobernadores Mariano González Zarur y Marco Antonio Mena Rodríguez, sino que logró que éstos y sus aliados (PT, Nueva Alianza y el Verde Ecologista) casi consiguieran la votación unánime para que Espinoza Ponce saliera en hombros, lo cual no sucedió porque la legisladora de Fuerza por México, Reyna Báez Lozano, fue la única que votó en contra y mostró coherencia.
Por la mañana el torpe y gris secretario particular de la gobernadora Lorena Cuéllar, el ex perredista Gelacio Montiel Fuentes, intentó intervenir para que Arturo de Casa Vega fuera designado como comisionado del mencionado Instituto.
La instrucción la recibió el camaleónico presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado, Rubén Terán Águila, quien como suele suceder volvió a simular que operaría en ese sentido, porque en realidad fue el que quería la votación unánime para “el mapache electoral de Ángel Espinoza”.
El PRI recibió esa posición y contó con la complicidad de los diputados y las diputadas de Morena para obtenerla. Nadie se explica ni entiende ese comportamiento de la bancada del partido que dice apoyar la Cuarta Transformación y que se comprometió a no mentir, no robar y no traicionar.
La gobernadora Lorena Cuéllar tiene los detalles completos de la película y sabe con precisión qué pasó y quién falló ayer.
La designación del marianista Ángel Espinoza no cayó nada bien al gobierno lorenista, de ahí que habrá consecuencias. Ese priista fue el asesor jurídico de la ex candidata del PRI a la gubernatura Anabell Ávalos Zempoalteca y no niega que buscará toda la información oficial para evidenciar las transas de las nuevas autoridades.
Esa derrota del lorenismo ante el marianismo y la diputada Blanca Águila de inmediato se tradujo en un exceso de fuerza y confianza que los priistas incrustados en la administración estatal pretenden aprovechar para convocar a manifestaciones encaminadas a protestar por las tarjetas de despensa que reciben los empleados estatales cada fin de año, bajo argumentos falsos como que éstas no entregarán dinero en efectivo y que sólo se pueden utilizar en Tlaxcala.
Ayer, los belicosos seguidores de la también líder de los trabajadores sindicalizados de la Secretaría de Salud en Tlaxcala empezaron a compartir a través de WhatsApp un mensaje para provocar las protestas y de paso para desprestigiar al Oficial Mayor de Gobierno, Ramiro Vivanco Chedraui, por supuestamente tratar de perjudicarlos en sus percepciones económicas.
La información y los dichos de los seguidores de Blanca Águila son falsos y carecen de veracidad. Su molestia, en realidad, se debe a que ella ya no pudo intervenir en la licitación y en la contratación del nuevo proveedor de esas tarjetas de despensa en el gobierno morenista, lo que la llevó a perder, según dicen, algunos jugosos beneficios económicos.
En la anterior administración que encabezó el priista Marco Mena se optaba por contratar la tarjeta Toka, un monedero electrónico que ha cometido cientos de fraudes a empleados de la SEP y el SNTE, razón por la cual hoy se buscó otra opción a través de una licitación que ganó el proveedor Sí Vale, empresa certificada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) del gobierno federal.
Los priistas tlaxcaltecas incrustados en la administración estatal quieren conservan en la medida que puedan sus privilegios, lo cual en algunos casos no será posible porque sí existe la capacidad y la fuerza para decirles no, como es el caso de Ramiro Vivanco que por instrucciones de la gobernadora Lorena Cuéllar no permitirá más abusos.
Resulta extraño ver como en el gobierno del estado sí se hace todo lo posible por poner en su lugar a los priistas y como en el Congreso local se le consiente y se les cumple todos sus caprichos.
Es obvio que alguien está traicionando, no.
El priista marianista Ángel Espinoza Ponce logró convertirse en el nuevo comisionado del Instituto de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala (IAIP), el cual prácticamente se mantendrá en esa posición durante toda la administración de Lorena Cuéllar Cisneros y un poco más, porque oficialmente dejará el cargo hasta el 31 de diciembre de 2028.
La diputada priista Blanca Águila Lima y operadora estrella del marianismo no sólo dobló a los incongruentes diputados y diputadas de Morena que dizque se la pasan hablando mal del PRI, la corrupción y de los ex gobernadores Mariano González Zarur y Marco Antonio Mena Rodríguez, sino que logró que éstos y sus aliados (PT, Nueva Alianza y el Verde Ecologista) casi consiguieran la votación unánime para que Espinoza Ponce saliera en hombros, lo cual no sucedió porque la legisladora de Fuerza por México, Reyna Báez Lozano, fue la única que votó en contra y mostró coherencia.
Por la mañana el torpe y gris secretario particular de la gobernadora Lorena Cuéllar, el ex perredista Gelacio Montiel Fuentes, intentó intervenir para que Arturo de Casa Vega fuera designado como comisionado del mencionado Instituto.
La instrucción la recibió el camaleónico presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política del Congreso del Estado, Rubén Terán Águila, quien como suele suceder volvió a simular que operaría en ese sentido, porque en realidad fue el que quería la votación unánime para “el mapache electoral de Ángel Espinoza”.
El PRI recibió esa posición y contó con la complicidad de los diputados y las diputadas de Morena para obtenerla. Nadie se explica ni entiende ese comportamiento de la bancada del partido que dice apoyar la Cuarta Transformación y que se comprometió a no mentir, no robar y no traicionar.
La gobernadora Lorena Cuéllar tiene los detalles completos de la película y sabe con precisión qué pasó y quién falló ayer.
La designación del marianista Ángel Espinoza no cayó nada bien al gobierno lorenista, de ahí que habrá consecuencias. Ese priista fue el asesor jurídico de la ex candidata del PRI a la gubernatura Anabell Ávalos Zempoalteca y no niega que buscará toda la información oficial para evidenciar las transas de las nuevas autoridades.
Esa derrota del lorenismo ante el marianismo y la diputada Blanca Águila de inmediato se tradujo en un exceso de fuerza y confianza que los priistas incrustados en la administración estatal pretenden aprovechar para convocar a manifestaciones encaminadas a protestar por las tarjetas de despensa que reciben los empleados estatales cada fin de año, bajo argumentos falsos como que éstas no entregarán dinero en efectivo y que sólo se pueden utilizar en Tlaxcala.
Ayer, los belicosos seguidores de la también líder de los trabajadores sindicalizados de la Secretaría de Salud en Tlaxcala empezaron a compartir a través de WhatsApp un mensaje para provocar las protestas y de paso para desprestigiar al Oficial Mayor de Gobierno, Ramiro Vivanco Chedraui, por supuestamente tratar de perjudicarlos en sus percepciones económicas.
La información y los dichos de los seguidores de Blanca Águila son falsos y carecen de veracidad. Su molestia, en realidad, se debe a que ella ya no pudo intervenir en la licitación y en la contratación del nuevo proveedor de esas tarjetas de despensa en el gobierno morenista, lo que la llevó a perder, según dicen, algunos jugosos beneficios económicos.
En la anterior administración que encabezó el priista Marco Mena se optaba por contratar la tarjeta Toka, un monedero electrónico que ha cometido cientos de fraudes a empleados de la SEP y el SNTE, razón por la cual hoy se buscó otra opción a través de una licitación que ganó el proveedor Sí Vale, empresa certificada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) del gobierno federal.
Los priistas tlaxcaltecas incrustados en la administración estatal quieren conservan en la medida que puedan sus privilegios, lo cual en algunos casos no será posible porque sí existe la capacidad y la fuerza para decirles no, como es el caso de Ramiro Vivanco que por instrucciones de la gobernadora Lorena Cuéllar no permitirá más abusos.
Resulta extraño ver como en el gobierno del estado sí se hace todo lo posible por poner en su lugar a los priistas y como en el Congreso local se le consiente y se les cumple todos sus caprichos.
Es obvio que alguien está traicionando, no.
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