DE AMIGOS
5 De Enero - 2022
Por Edgardo Cabrera
La ambulancia aérea, en la que supuestamente fue convertido uno de los dos helicópteros del gobierno estatal, rinde frutos a favor de los políticos, así fue develado el domingo por uno de los beneficiados luego de que trascendiera la noticia.
El domingo el director jurídico de la Secretaría de Finanzas del Estado, Marco Tulio Munive confirmó que el aparato fue prestado por su “amiga” Lorena Cuéllar para trasladar a su hermana y ex dirigente estatal del PRI, Linda Marina, quien el domingo sufrió un accidente carretero en Morelos.
Hablamos, porque así está consignado en su cuenta de Facebook, que se trató de un favor entre amigos, no hubo ningún protocolo oficial (como se esperaría para evitar privilegios), y se ignora de una petición médica porque todo se manejó con absoluta opacidad.
La prontitud con la que la trasladaron al hospital general del ISSSTE en Tlaxcala quizá le salvó la vida ante la gravedad de las lesiones (para fortuna de familiares y amigos), le deseamos pronta recuperación a la chiautempense.
Ojalá con la misma disposición y prontitud, los ciudadanos, el pueblo, como les gusta llamarlo, y a petición expresa (que nos informen a qué número llamar y con quién), también sea prestado ya que, como dicen en el discurso, en la cuarta transformación no hay privilegiados.
¿NO QUÉ NO?
Mire, una cosa son los dichos y otros los hechos, resulta que en diciembre pasado la gobernadora Lorena Cuéllar fustigó el uso personal de los dos helicópteros del gobierno estatal por parte de sus antecesores, los que calificó de un “lujo”.
Por lo que, con bombones y ovaciones, anunció que una de las aeronaves sería acondicionada como ambulancia aérea, y la otra como patrulla forestal.
Llama la atención que el segundo viaje que realiza en condiciones médicas, se priorizara a una política allegada a la senadora priísta Beatriz Paredes, la misma que incrustó en el gobierno de Lorena Cuéllar a varios de sus discípulos, poniendo en evidencia el pacto con la llamada -por López Obrador-, “mafia del poder”.
El primer servicio fue el 23 de diciembre para trasladar una donación de órganos a la Ciudad de México y Puebla, lo que incluso ameritó un comunicado de prensa ensalzando la función de taxi aéreo, más que de ambulancia; por cierto, se ignora si el helicóptero está debidamente acondicionado y verificado por la autoridad competente para operar con la finalidad de trasladar a pacientes, pero eso ya será otra historia.
Y del uso “lujoso” del pasado de esos aparatos, o incluso la supuesta ilegalidad con la que se emplearon, más que palabras, faltan las denuncias y su sustento legal, recordemos que el primero de los helicópteros, el Bell 206, Jet Ranger con matrícula 111 XC-TLX, era ocupado por Héctor Ortiz para practicar sus clases de vuelo, un día incluso por poco se estrella.
El otro aparato, otro Bell, pero éste 407, de matrícula XC-LKW, lo estrenó Mariano González Zarur con el que se desplazaba por el estado para llegar a sus eventos, lo que le valió una serie de críticas.
Pero tanto con Mariano como con Marco Mena, uno de los aparatos se utilizaba para tareas de seguridad, bueno, para patrullar e “inhibir” a la delincuencia, en los hechos no sirvieron para nada esos sobrevuelos que sí generaron gastos al estado.
Y eso de la ambulancia, por cierto, fue propuesta de campaña de su adversaria priísta Anabell Ávalos.
Todo lo anterior, solo para hacer un poco de memoria, ante la amnesia política y de los aplaudidores oficialistas.
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