Gobierno de Lorena Cuellar desconoce dirigencia del 7 de mayo, es la comadre o no es nadie
Por Roberto Nava
El Gobierno del Estado que encabeza Lorena Cuellar Cisneros se entrometió una vez más en la vida sindical al no reconocer a Enrique Escobar Cortez como el nuevo dirigente del sindicato 7 de mayo a pesar de que resultó electo por la mayoría de burócratas hace unos días y con esa postura dejó entrever que será la comadre Guadalupe Rodríguez Guzmán la virtual dirigente sindical.
Fue a través de la circular 015 que envió el Oficial Mayor de Gobierno Ramiro Vivanco Chedraui, quien hizo saber a los titulares de todas las dependencias que conforman la administración pública en el Estado que el Gobierno morenista no aceptó a la nueva dirigencia sindical
“…para el Poder Ejecutivo del Estado de Tlaxcala, se reconocerá únicamente como integrantes del Comité Ejecutivo del Sindicato 7 de mayo a las personas que acrediten…con la toma de nota vigente que emita el Tribunal de Conciliación y Arbitraje del Estado de Tlaxcala”.
Lo anterior estaría relacionado por las diferencias que en días pasados se dieron luego de que el grupo de Guadalupe Rodríguez y Pedro Erazo no lograron quedarse con el sindicato 7 de mayo y mediante terceros impugnaron el triunfo de la nueva dirigencia.
Según fuentes al interior del Palacio de Gobierno, en días pasados Guadalupe Rodríguez -comadre de la Gobernadora Cuellar- habría acudido a implorar le regresaran su juguetito.
Mientras, la administración estatal además de desconocer la decisión de la base trabajadora en el 7 de mayo que conforma el sindicato de burócratas en la entidad, le cerró las puertas a quienes resultaron triunfadores en las elecciones realizadas en días pasados.
“…hasta en tanto acredite fehacientemente su personalidad el C. Enrique Escobar Cortez, se le reconocerá el carácter de secretario general; de ahí que, carecerán de legalidad todos los actos o tramites que realice ante la Oficialía Mayor de Gobierno y en cualquier otra dependencia”.
La referida acción sería una evidente intromisión del Gobierno que prometió; no mentir, no robar y no traicionar a la vida interna de un sindicato, considerado uno de los más grandes en el Estado.
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