Las balas de goma, los viajes con lacayos y la Pobreza Franciscana de la 4T…
Por Isael Pérez Olivier.
¿Recuerda Usted al ex presidente de México Enrique Peña Nieto y a su entonces esposa, la actriz y primera dama, Angélica Rivera “La Gaviota” en sus viajes por el mundo vilipendiando recursos públicos, ¿siempre acompañados de familiares y amigos? Bueno, pues no se diga más, tenemos la versión pirata en nuestra entidad. Me refiero a la pareja cómico-política que viaja a Xcaret con un séquito de al menos 250 personas, entre ellas, el estilista personal de la señora y hasta su podólogo oficial, por aquello de lo abrasivas que suelen ser las blancas arenas del caribe mexicano para sus delicados pies. ¡Oh My God!. Eso sí es viajar en grande, lo demás, son payasadas. ¡Ajá!, hablamos de esos privilegios de la clase política que antes eran calificados como excesos y que hoy son un ejercicio de austeridad republicana.
Sí, leyó Usted bien, no solo fue el marido que le sirve de fotógrafo en las giras internacionales y que viaja a costa del erario en clase VIP, o el cuñado disfrazado de Diputado local priista, sino que también jaló hasta con el podólogo que le atiende los ojos de pescado y las uñas enterradas o el estilista que le retoca la peluca y le coloca las múltiples capas de maquillaje. A ellos, se sumaron un nutridísimo grupo de funcionarios públicos, 12 Diputados locales, algunos alcaldes cuates con sus respectivas consortes, periodistas adoctrinados, uno que otro artesano y dos que tres huehues, para presentar la riqueza cultural de nuestro estado en uno de los escaparates turísticos más importantes del país. Cueste lo que cueste. Faltaba más.
Pregunto, y no quiero incomodar, pero ¿era necesario que viajaran ambos especialistas de la salud y la belleza con su patrona?, o hubiera bastado con un buen cortaúñas y un par de cepillos para el cabello y un estuche de maquillaje para la producción de la imagen personal, porque de la imagen política, de esa mejor ni hablamos. Ahí no hay nada que hacer.
Bueno, en la lista de invitados al viaje, está la directora de Fomento Sanitario de la COEPRIST Cristal Corona, por ser una amiga muy cercana de la señora, o al menos eso dice la propia funcionaria. Hágame Usted el favor. ¿Cómo qué para qué?
Califíqueme de mezquino, ardido o idiota, pero con menos de lo que se invirtió en ese viaje de placer camuflado de promoción turística, se hubiera solucionado el conflicto con las estudiantes de la Normal Rural “Benito Juárez” y Beatriz N., no estuviera muerta. Porque si no mal recuerdo, la última vez que se le vio con vida fue antes de la refriega con policías estatales. Sí, cuando ella y sus compañeras le exigían al secretario de Educación Pública Homero Meneses Hernández, les restableciera el suministro de alimentos, y en el intento murió.
Por cierto, corre otra versión, nada descabellada, de que el traumatismo craneoencefálico que le provocó la muerte a Beatriz N. no fue a consecuencia de una caída como lo asegura la parte oficial, sino que fue por un impacto de “BALA de GOMA” que recibió en la cabeza. ¿Qué tal? Y que conste, que es una fuente muy cercana a los hechos. De lo anterior, no tengo pruebas, pero tampoco dudas. ¿Y Usted, qué me dice, piensa lo mismo? Se eriza la piel nomás de imaginarlo. ¿Serán capaces de todo con tal de intentar limpiarse las manos que tienen manchadas de sangre? ¡Ups!, para mí que…
Porque el saldo de aquel día negro es de: una persona lesionada por la caída del autobús, como se puede constatar en un video que hizo público el gobierno del Estado. Luego, Beatriz N., que perdió la vida luego de la trifulca con los granaderos y a ella se sumaría un joven que transitaba por el lugar a bordo de una bicicleta y que en la confusión fue derribado por las fuerzas policiacas, quién resultó lesionado y no se tiene la certeza si perdió la vida en un hospital público, de acuerdo con información extraoficial que no ha sido desmentida por las autoridades estatales. ¡Ajá!, entonces estaríamos hablando no de uno sino de dos decesos a manos de los uniformados. Así de grave es la situación por la que atraviesa la administración de Lorena Cuéllar Cisneros.
Ahora, que si Usted me dice que no entiende la relación entre el viaje de gran turismo y el conflicto con las normalistas. Bueno, pues le explico, es que mientras a unas, las normalistas, se les escatima hasta en lo más básico como lo es la alimentación; otras, como la mandamás, se dan vida de reinas sin ningún remordimiento e invitan a su parentela, amigos y hasta a sus más fieles lacayos a disfrutar de las mieles del poder. Y todo bajo el amparo de la pobreza Franciscana de la 4T.
¡Fíjate, fíjate, fíjate!…
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